sábado, 16 de febrero de 2013

Revocatoria, memes y mamertos


El proceso de revocatoria de la alcaldesa de Lima Susana Villarán y su cuerpo de regidores será el más complicado de la historia para el elector. No solo por la estrepitosa cédula electoral sino porque la confusión en torno a qué significan exactamente el "SI" y el "NO" está lejos de quedarle claro a la gran mayoría de las personas de a pie, esas a quienes les tiene sin cuidado la política y solo viven informados sobre el mundo de la farándula y el deporte, pero que deben emitir su voto para evitar una multa infame.

En adición a ese caótico escenario electoral para las personas de a pie, aquellos que se interesan y se informan sobre política tampoco la tienen muy clara que digamos, debido a que distinguidos opinólogos, con intenciones o no, tienden a confundir a la gente respecto del significado del voto en la revocatoria. Esto es lo que deberíamos dejar zanjado de una vez.

El voto en la revocatoria determina si la alcaldesa Villarán y sus regidores se quedan en el puesto o se van, uno por uno. La revocatoria ya está convocada y el gasto se va a hacer sin ninguna alternativa. Entonces carece de sentido que algunos salgan en pantalla a decirle a la gente que debemos rechazar la revocatoria porque es un gasto inútil. Estos, sin duda, son los más tontos de los opinantes.

En segundo lugar están quienes sostienen la aberración de que la revocatoria solo se justifica cuando hay corrupción y que la alcaldesa Villarán es honesta, pura e inmaculada. Esto solo cabe en la mente de un progresista, cercano a las ideas de Sendero Luminoso, para quienes es el populacho quien determina si alguien es corrupto. Luego viene el tiro de gracia o, ahora, la revocatoria. Pero obviamente las cosas no son así. Es la justicia la única que determina la culpabilidad de alguien. No la revocatoria.

Luego vienen los patricios y prohombres de la nación que nos advierten del riesgo que corre la democracia, como si estuviésemos a punto de ir a un plebiscito para aprobar la revocatoria como institución. No señores. La revocatoria, buena o mala, conveniente o no, ya está en la Constitución y es parte de nuestro escabroso sistema democrático. Tenemos 20 años ejerciendo la revocatoria. En consecuencia, debemos pedirles a estos opinantes que se limiten a expresar una opinión sobre la alcaldesa y su gestión. Confundir más a la gente sugiriéndole que el voto por el "NO" es una defensa de la democracia resulta no solo un juego sucio sino una total estupidez. 

En este momento no vale la pena entrar en el debate sobre la revocatoria como institución. No es el momento más adecuado. Es más, ese momento ya pasó hace veinte años. Podemos volver a retomarlo pero después de este proceso. Ahora hay que explicarle a la gente que el voto simplemente es para mandar a su casa a la alcaldesa Susana Villarán y a sus regidores. Nada más eso. 

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