martes, 30 de abril de 2013

El pensamiento guía de Ollanta Humala


La reciente aparición del presidente Ollanta Humala solo ha dejado en claro que se trata de alguien con un pensamiento nada claro. No está mal que decida esquivar el acoso de los reporteros que le lanzan preguntas al paso cada que aparece en público, y que en cambio prefiera someterse al interrogatorio de la prensa en una sesión especial, aunque sería mejor si al frente hubiese un equipo variado de periodistas y no solo dos privilegiados que resultan curiosamente complacientes con las enrevesadas respuestas del presidente. De hecho, la pobreza de la entrevista no se debe solo al elemental nivel del presidente sino de los periodistas que dejan pasar respuestas nebulosas.

En el caso del indulto al ex presidente Fujimori es vergonzoso que a estas alturas no le hayan entregado el informe de la comisión de indultos, habiendo ya circulado por los medios gracias a los malos oficios de la ministra de justicia, siempre diligente para filtrar esta clase de información. Hay que recordar que los primeros en enterarse del contenido de este informe fueron los agentes legales del terrorismo en la CNDDHH, y sin embargo, el presidente aun no tiene el dichoso informe. Patético realmente.

Otra cosa que no se entiende es para qué necesita reunirse con la familia de Alberto Fujimori. ¿Pretende negociar el indulto? Tampoco se entiende para qué espera el informe si admite que la decisión depende tan solo de su soberana voluntad. ¿Cuánto tiempo considera conviente dejar pasar para no sentirse presionado? ¿Olvida que se trata de una persona que está en situación de riesgo? 

En el caso de la posible candidatura de Nadine Heredia ha sido displicente y tonto con la respuesta. Como presidente debió decir sencillamente que la ley no le permite a su esposa ser candidata y punto. Nada más que eso tenía que decir, al margen de que sea cierto que este refrito es un invento de la prensa mediocre en su afán de armar titulares, carátulas y psicosociales que vendan. 

Pero sin duda lo peor ha sido su abordaje del tema Repsol. Ollanta es alguien tan limitado que ni siquiera sabe que no puede escapar del entorno ideológico en el ejercicio del poder político. Sin embargo, trata de convencernos de que la decisión de comprar los activos tóxicos de Repsol no es un tema ideológico sino estrictamente técnico. Es decir, gastar una millonada del tesoro público no para obras básicas necesarias sino para una aventura empresarial,  hacerse de una deuda muy pesada generando los riesgos políticos que el mismo presidente reconoce que podrían haber en el futuro, no obedece a un capricho ideológico para "repotenciar" Petroperu, herencia del velasquimo. Tal vez él lo crea así, pero de hecho se trata de una decisión que obedece absolutamente a una ideología, y de las malas.

Bastaría notar las abiertas contradicciones en que incurren los defensores de la tesis tecnicista, como Manuel Danmert, cuando aseguran que ya no habrán ingerencias política en Petroperú, para luego afirmar que el beneficio para la población es que se podrá vender gasolina más barata. ¿Cómo es que el objetivo de vender más barato reduciendo utilidades y arriesgando competitividad pasa a ser un objetivo empresarial sin ingerencia política? Eso es sencillamente un disparate. Desde el momento en que se coloca como el mejor argumento los bajos precios que se pondrán a la gasolina de Petroperú, esa empresa ya está condenada políticamente al fracaso. Y todo por un capricho ideológico cavernario.

sábado, 27 de abril de 2013

El velasquismo chavista se levanta


Una característica común de los malos gobernantes es que en lugar de resolver problemas los crean. Y lo hacen porque en lugar de ocuparse de problemas reales como la mala situación de los hospitales, el hacinamiento carcelario, la falta de carreteras, el pobre equipamiento de la policía, etc., prefieren seguir un libreto ideológico tratando de adornar el Estado o "repotenciarlo" con más responsabilidades y más gastos hasta que tenga el formato que ha idealizado.

Esto es lo que ocurre hoy con la pretendida compra por parte del Estado de algunos activos de la quebrada empresa española Repsol como la obsoleta refinería La Pampilla y unos 300 grifos. ¿Para qué? No se sabe. Nadie ha sabido explicarlo hasta ahora. Hemos escuchado una andanada de supuestas razones pero no hay una razón oficial y lo que es peor, no hay un problema a la vista que se quiera solucionar con esta medida. ¿Alguien conoce de algún problema en el sector? El único problema a la vista es que el Perú no produce el petroleo suficiente y es un importador creciente. Pero lejos de alentar la exploración lo que se ha hecho es detener los proyectos. Más allá de esto nadie entiende el propósito del experimento Petroperu-Repsol.

Desde luego, la jauría velasquista-chavista de izquierda, como los que andan refugiados en "La Primera", han salido a celebrar desempolvando viejos y relamidos argumentos, que son los mismos con que todo lunático de izquierda suele defender las estatizaciones en cualquier parte: la soberanía, la dignidad, el nacionalismo y otras estupideces clásicas como la "actividad estratégica" o "garantizar la distribución", o el más ridículo de todos: garantizar el "precio justo". Hemos escuchado todo esto recientemente.

Ninguno de estos delirantes argumentos sirven para sustentar ninguna estatización. Son solo las escusas de los tiranuelos. Obviamente tampoco justifican la compra de Repsol y menos la de una obsoleta refinería que requiere una inversión colosal de 2 mil millones de dólares que merecen destinos más urgentes, como los destartalados hospitales. Tampoco el Estado necesita administrar grifos. No existe ningún peligro en la distribución. Y si lo hubiera tendríamos que convocar a la empresa privada, tal como se hizo hace tres años, cuando la demanda de gas natural vehicular excedió la oferta. En menos de un año aparecieron los grifos de GNV. El Estado no tuvo que gastar un sol y la demanda se cubrió.

Ni siquiera vale la pena ocuparnos de argumentos tan ridículos como el del "precio justo", un disparate que solo a personajes pintorescos como Yonhy Lescano se le puede ocurrir pregonar. Sin embargo es sin duda el argumento que más subyuga a la gente porque ¿a quién no le gusta que le regalen las cosas? Pero es a la vez el argumento más peligroso porque eso lleva a manipular los precios mediante la consabida subvención. Estaríamos así regresando a los esquemas del pasado que nos condujeron al déficit y a la crisis, y que hoy está llevando al despeñadero a Bolivia que subvenciona el 60% del precio de la gasolina. Solo la ayuda de Hugo Chávez le permitió sobrevivir a Evo de la arremetida social de hace dos años cuando intentó reducir el subsidio.

Jugar con los precios en los grifos a cargo del Estado ocasionaría la quiebra de las estaciones de servicio privadas, quedando al final solo las estaciones de Petroperú, como era en la época de Velasco. También volverán los sindicatos de trabajadores a paralizar el servicio con sus huelgas (como hoy ocurre en otros sectores del Estado) y las estaciones de Petroperú se irán convirtiendo paulatinamente en chatarra, como ocurre con todo lo que el Estado tiene a su cargo. Esta es una historia que ya conocemos de sobra. Debemos repetirle a los progres la frase que tanto les encanta cuando hablan de la memoria: un pueblo que olvida su pasado está condenado a repetirlo.

Por donde se le mire, la decisión de entrar al negocio de la refinería y los grifos es mala y perniciosa para el país. No necesitamos hacerlo. Nada nos obliga. No hay justificación alguna. Es puro capricho ideológico del chavismo continental. De allí el cacareado argumento de "otros países tienen empresas petroleras estatales", sin distinguir que muchas de ellas andan mal. México está ad portas de privatizar buena parte de PEMEX para salir de la crisis y recuperar competitividad internacional. Ya ni se diga del desastre de PDVSA.

Tan absurda es la idea que los progresistas solo han podido levantar el fantasma de Chile para manipular la conciencia de la gente. Pero olvidan estos fanáticos estatistas que los capitales no tienen nacionalidad. Las empresas cambian de manos tan fácil como los jugadores de camiseta y de club. No nos interesa qué bandera tengan los capitales que vienen al Perú, todo lo que importa es que nos ayuden a despegar como país y den empleo a los peruanos.

Es incongruente que el presidente Ollanta invite a los extranjeros a invertir en el Perú y a la vez pretenda convertir al Estado en una competencia desleal para el sector privado. Tampoco tiene sentido buscar un "modelo equilibrado" entre un pasado lleno de empresas estatales y un "presente sin Estado". El señor presidente quizá ignora que aun existen cerca de 30 empresas estatales, que no son pocas. ¿Cuántas empresas le parecerán suficientes para alcanzar su ansiado equilibrio? Todo lo que significa esta compra de Repsol es que Ollanta Humala en realidad va en la dirección del chavismo continental pero a paso lento. 

viernes, 26 de abril de 2013

PETROPERU Y REPSOL , FAENON EN CIERNES??



A causa de todo este revuelo creado por REPSOL y la venta de sus assets (Refineria LaPampilla, Grifos en Lima y Solgas), me di a la tarea de averiguar el por qué del apuro en vender y de preferencia al Estado peruano, osea a PETROPERU. Hallé una publicación en el prestigioso Financial Times (hay una versión en castellano de El Pais pero tijereteada en favor de REPSOL) donde detalla las últimas movidas de esa petrolera ibérica y todo parece indicar que está en serios aprietos económicos. Por decir lo menos. 

El pasado mes de marzo, REPSOL le vendió a TOMASEK (Fondo Soberano de Singapur) 6% de participación en su empresa por un valor de mil millones de euros. Ese 6% es parte de lo que logro recomprar del accionista Sacyr Vallehermoso, una empresa constructora española que buscaba resarcirse de sus perdidas tras la burbuja inmobiliaria, en las actividades petroleras.

Semanas antes en febrero, REPSOL ya había vendido un Paquete Gasífero a la holandesa SHELL por nada menos que 4.4 mil millones de euros en cash. Tal venta le permitió pagar una buena parte de sus deudas netas y salvar su credibilidad crediticia que estuvo a un paso de ser reclasificada como deuda basura. Si REPSOL ya tenia sus libros en rojo, la expropiación de REPSOL-YPF por el gobierno argentino en plena crisis económica española, le quebró el espinazo. La empresa petrolera se vio obligada a vender y revender assets problemáticos o deficitarios para cubrir sus deudas.

Y llegamos a Perú! REPSOL cuenta entre su assets peruanos con la obsoleta Refineria La Pampilla, más de 300 grifos en Lima y la envasadora de gas SOLGAS. Sabido es que el presidente Ollanta Humala y REPSOL se han reunido en Palacio de gobierno. Mas de uno de los congresistas de su partido apoyan la compra de REPSOL e inclusive el otrora mesurado Ministro de Economía está considerando adquirir los activos y pasivos (deudas) de REPSOL.

También es de conocimiento publico que la Refineria La Pampilla es una pieza de museo de la industria petrolera, que los grifos solo están en Lima y es ridículo decir que así se regularían los precios de combustible y que Solgas no es la reina del mercado. ¿Por qué el desesperado interés del Estado por comprar? ¿Acaso con los servicios que ya presta el Estado no es suficiente para comprobar que el Estado es un pésimo administrador? ¿Es de confiar PETROPERU después de los petroaudios? ¿Acaso PETROPERU si esta dispuesto a pagar el sobreprecio por los assets de REPSOL y otros no?

Todo parece indicar que finalmente PETROPERU tendrá La Pampilla para refinar petroleo que Perú no produce y grifos para expender gasolina que el Estado peruano compra afuera. Quizá SOLGAS ayude a Ollanta Humala para cumplir con su promesa electoral del gas a 12 soles, pero hasta allí. Todo este negociado de PETROPERU y REPSOL huele más a carnaval de coimisiones y honorarios de éxito que a intenciones de abaratar el precio del combustible. Algunos izquierdosos dicen que Perú debe comprarlo para que no lo compren los chilenos. Si de eso se trata entonces compremos Lan Peru o Banco Falabella...no creen? 


www.elvisocc.org

jueves, 25 de abril de 2013

Por qué no comprar Repsol


Por Cecilia Blume


¿POR QUÉ EL ESTADO NO DEBE DE COMPRAR LOS ACTIVOS DE REPSOL?

1) Porque los activos más valiosos ya los vendió a Shell.

2) Porque el Estado SOLO ingresa cuando un servicio o un bien NO lo presta nadie más (Rol subsidiario, Art. 60º. Constitución Política del Perú).

3) ¿Porque el rol subsidiario? Porque este país es pobre y debe gastar los impuestos en necesidades mayores como educación, salud, carreteras, etc.

4) Porque NO necesitamos una refinería, ya que importamos el crudo y lo podemos importar ya en estado refinado y no usar una planta antigua que tiene una deuda de varios millones de dólares.

5) Porque Petroperú NO tiene dinero para comprar Repsol y tendría que pedirle dinero al MEF. Mismo dinero salido de nuestros impuestos.

6) Porque ya existe competencia: Primax, Repsol, Pecsa, Petroperú.

7) Porque más “votos” dan las carreteras, colegios y postas que refinerías y grifos.

8) Porque Petroperú NO posee personal capacitado que manejen grifos, sobre todo los autoservicios que son parte importante de la actividad.

9) Porque ya existe una lista en OSINERGMIN de grifos más baratos que otros.

10) Porque el Perú tiene que seguir ayudando a los más pobres y no gastando en bienes inútiles.

11) Porque es quién va a manejar estas nuevas actividades.

12) Porque los grifos de Repsol están en Lima y no sirven como actividad estratégica nacional, tal como lo ha indicado el Premier Juan Jiménez.

13) Porque es un retroceso y será el punto de partida para querer comprar más empresas y acabaremos como en los 80’s ¿recuerdan?

14) Porque es mejor seguir usando nuestros impuestos para que más peruanos sean menos pobres. Los activos de 

REPSOL NO SACARÁ A NADIE DE LA POBREZA.

domingo, 21 de abril de 2013

Venezuela es un desastre bolivariano


Ricardo Uceda/INFOS
Caracas.
En septiembre del 2011, cuando Hugo Chávez anunció que había culminado su tratamiento con radiaciones después de que en Cuba le extrajeran un tumor canceroso, un anciano se encadenó en la puerta del Hospital Ruiz y Páez de Ciudad Bolívar. Llevaba diecinueve días esperando radioterapia.
El cáncer que derrotó a Hugo Chávez es la segunda causa de muerte en Venezuela. La enfermedad estuvo en la boca de todos durante cerca de dos años, mientras el líder era  tratado en Cuba. Al mismo tiempo, en los hospitales públicos del país los equipos de radioterapia presentaban problemas insolubles en el corto plazo. Los contratos de mantenimiento habían vencido.
El diario El Nacional publicó un informe extenso sobre  la insolvencia de los equipos de radioterapia de los hospitales nacionales  en septiembre del 2012, cuando Chávez estaba en plena campaña electoral. Enfermos de cáncer hacían diversas manifestaciones de protesta. En teoría, el sistema de atención debía funcionar sobre ruedas, porque una empresa estatal argentina había instalado diecinueve centros con equipos de alta tecnología para radioterapia oncológica en todo el país. A cambio, PDVSA entregó petróleo venezolano.
En 2006 el propio Chávez presentó el primer aparato importado, un acelerador lineal. “¿Creen que regalamos nuestro petróleo? ¡No, no, no!”, dijo, mientras lo exhibía.
El mismo aparato estaba malogrado en 2012. El Nacional entrevistó a Aleydis Fontalbo, de 57 años, que no podía tratarse un tumor maligno en el seno derecho. El diario publicó un mapa con el detalle de los equipos averiados en cada hospital público. Impresionado por el reportaje, un jurado internacional lo declaró ganador del premio nacional de periodismo de investigación. David González, uno de los autores, los otros fueron Fabiola Zerpa y Adriana Rivera, dijo para esta nota que el problema ha subsistido después de la publicación. En enero de este año un foro de oncólogos reconoció que solo se halla operativo uno de los cuatro centros de radioterapia en Caracas.
LOS DESCONTENTOS
Estas paradojas explican, en parte, el descontento de la mitad de la población venezolana con el chavismo, expresado en las últimas elecciones. Paradojas porque la gran inversión social del régimen representa un 37% del presupuesto del 2013, y en muchos aspectos  mejoró la situación de los más pobres. Pero el sistema hace agua por varios lados, como puede apreciarse en el desabastecimiento alimenticio. En febrero y marzo pasados llegó al 20%, algo aceptable es menos de 5% de acuerdo con el Banco Central de Venezuela. Es el más alto de los últimos años, aunque el discurso oficial lo niega.
La insuficiencia se produce pese a los altísimos niveles de importación de alimentos, que llegó a sesenta mil millones de dólares en 2012. Los precios están controlados desde el 2003, así como la compra de divisas. El Estado ha asumido sin éxito parte del negocio agroalimentario. Lo que se encuentra en los almacenes Mercal y Pdval, a cargo del Ministerio del Poder Popular para la Alimentación,  suele ser de muy mala calidad.
Otro reportaje investigativo, esta vez de Lisseth Boon, del diario El Mundo, documentó lo que ocurre con la leche, cuya producción nacional es ínfima. Venezuela la importa principalmente de Nueva Zelanda y la distribuye a través de una empresa estatal, la Corporación de Alimentos y Servicios Agrícolas, CASA. Boon registró contundentes manifestaciones de autoridades de Colombia demostrativas de un intenso contrabando del producto hacia dicho país. Había compañías sancionadas, contratos de compra-venta interceptados y evidencias de una red de crimen organizado dedicada al intercambio ilícito en la frontera.
En un siguiente paso,  la periodista confeccionó una base de datos con las cifras oficiales de las importaciones de leche en polvo de los últimos diez años, cruzadas con los cargamentos llegados a Puerto Cabello y con las estadísticas obtenidas en Colombia. Los números de Nueva Zelanda no cuadraban con los de Venezuela. Faltaban treinta y tres mil toneladas, que es lo que El Mundo estima que se fue de contrabando a Colombia.
“Esta cantidad representa dos meses del consumo de leche de los venezolanos”, dice Boon, a quien la incompatibilidad de las cifras produjo una demora de varios meses en la confección de su base de datos.
COMER EN VENEZUELA
Una de las reformas emblemáticas del socialismo venezolano fue la conversión del Estado en actor principal de la agroindustria. A través de la Corporación Venezolana de Alimentos, CVAL, controla la producción y comercialización de los principales comestibles, luego de haber desplazado o expropiado a las principales empresas privadas del rubro. Aparecieron Pollo El Soberano, Arroz Venezuela Socialista,  Lácteos del ALBA, Porcinos del ALBA, Leguminosas del ALBA, etcétera. El experimento es un fracaso y  solo es necesario visitar un supermercado estatal para comprobarlo. Contra la idea original de que se autoabastecería, Venezuela sigue comprando en el exterior casi el 70% de los alimentos que consume.
El café, que antes se exportaba, se compra de Colombia. La carne, que tampoco faltaba, viene de Brasil. El arroz, otra nueva importación, lo vende Sudáfrica. Los problemas más comunes reportados por los agricultores en crisis son la dificultad de importar insumos “derivada del férreo control de divisas”, precios controlados que no cubren la inversión, e  ineficacia de la cadena estatal de asistencia. Atarantados por la inflación, los pequeños comercios que venden alimentos al público lo hacen por encima del precio oficial, discretamente.  
El complejo CVAL, que comprende unas cuarenta compañías estatales y mixtas, administra diez centrales azucareras estatizadas, el 65% de la infraestructura de la industria, pero que solo produce el 20% del azúcar venezolano. Los trabajadores ya no esperan que estas plantas sean reactivadas. Al comienzo de la experiencia estatista en la agricultura, en 2007, Hugo Chávez hablaba eufóricamente de los beneficios que produciría, pero con los años, en sus presentaciones públicas, no ocultó algunos de los problemas. En un hato de CVAL, en 2011, cuando le pidieron dinero para la planilla de los trabajadores, Chávez pidió una auditoría en las cuentas. Tratábase del Centro Técnico Socialista Florentino, una unidad emblemática del proyecto de la seguridad alimentaria bolivariano.  
“¿Cómo? ¿Dónde está la plata? ¿Cuántas vacas se han vendido?”, preguntó Chávez.
Dos años después, los problemas allí continúan. Cuando Nicolás Maduro visitó el centro en la última campaña electoral, encontró una huelga de hambre por reivindicaciones laborales. La parte de CVAL denominada Agropatria ha sido el fracaso más ruidoso. Agropatria fue la nueva denominación de Agroisleña, una cadena española de 64 agencias de venta de insumos para la industria alimentaria que fue nacionalizada en 2010. La medida era indispensable, dijo Chávez, para que Venezuela se convirtiera en una potencia alimentaria, y su primer efecto debería ser la reducción de precios de los alimentos. Según el gobierno, Agroisleña era oligopólica, vendía productos tóxicos, facturaba con sobreprecios, maltrataba a sus trabajadores. Pero ahora solo suscita buenos recuerdos entre los consumidores.

González y Serpa, de El Nacional, hicieron una radiografía del fallido experimento, comenzando por revelar las deficiencias que el propio Ministerio de Agricultura y Tierras (MAT) encontró en la responsable de administrar Agropatria, la Empresa Comercializadora de Insumos Agrícolas, ECISA. Era patéticamente amateur. Las administraciones no estaban  interconectadas y el jefe de una tienda tenía que salir para enviar un mail a la central desde una cabina de comunicaciones. Agropatria fue de mal en peor.
Los periodistas descubrieron que el MAT estableció que en 2011 Agropatria atendió a sesenta y cinco mil  productores, lo que representaba quince mil menos que la antigua Agroisleña. Ese año Agropatria cerró con pérdidas a causa de los subsidios y el gobierno tuvo que inyectarle trescientos millones de dólares para reflotarla. Los reportajes mostraron tiendas vacías, con anaqueles sin productos.  Por eso los consumidores ocasionalmente se refieren a la empresa con otro nombre: Agroestante.

sábado, 20 de abril de 2013

EL PARTO DE UNA PATRIA


 Por: Felipe Cortijo Medina

¿Cuál es el costo de todo lo que es noble y perfecto?
No existe nada en este mundo cuyo valor no se mida por el sufrimiento que costó el obtenerlo. Todo lo puro, todo lo noble, lo delicado , lo hermoso, lo perfecto se obtiene después, sí, mucho después de someterse este a altas presiones elementales en el crisol del dolor, cuando las impurezas que arroja la vida y la materia de este planeta, dejan paso por la fuerza de la naturaleza a todo lo que es bello.
Así, de las entrañas de la tierra obtenemos todos los minerales preciosos y energéticos utilizados por el hombre.  Las plantas sólo pueden desarrollarse con el fertilizante, que es materia orgánica e inorgánica en descomposición, y que alguna vez también fue vida. El ser humano necesita la proteína animal y para ello debe dar muerte a seres inferiores, provocando dolor, quiérase o no.  Todo acto humano conlleva una huella y una consecuencia mínima o máxima sobre el mundo, que lo modifica, lo transforma, para bien o para mal.

Las grandes épocas de la humanidad, en donde nuestras sociedades se desarrollaron alcanzando la cumbre de la perfección, en su política, en su ciencia y en sus artes, se dieron no sin poco sufrimiento, después de mucho dolor, tras altas presiones sociales que desembocaron en guerras, revoluciones, rebeliones, tragedia, muerte que les dio como fruto un nuevo orden, una nueva cultura.
La historia universal  da fe de esta continua evolución hacia la perfección, con el rigor de la violencia y el sufrimiento que este conlleva para el hombre. Desde la evolución de los primeros homínidos y el descubrimiento del fuego hasta la cultura de la edad del bronce, suceden las invasiones y los primeros antiguos imperios motivados por la perfección en las armas. Nace así el imperio persa, el egipcio, la colonización griega, Roma, China, Asia, India, el imperio de Alejandro,  y los pueblos y culturas de América.

Es en la expansión de los imperios europeos que empiezan las rutas de la conquista del Perú. El imperio Inca subyuga la ambición de los españoles, que en enero de 1531 sólo contaban para la invasión con 185 hombres, pero tuvieron la suerte de enfrentarse a un gobierno Inca que se desmoronaba por guerras fraticidas internas, y cuyo último soberano, Atahualpa, fue muerto por el conquistador Francisco Pizarro, aprovechándose de la confusión en el Tahuantinsuyo.
Es entonces cuando empieza la historia en una patria, nunca exenta de rebeliones, guerras, revoluciones, levantamientos en armas y reformas que dieron origen a la nación. No podemos soslayar avances y retrocesos, hubieron hechos que siempre deberemos de lamentar. Un país esta unido a una tierra por lazos de sangre, vivimos y sufrimos defendiéndola y amándola, buscando hacerla más grande, más fuerte, por encima de la muerte. Hoy sólo nos toca ser testigos de este hecho ineluctable en una nación hermana, Venezuela se desangra ante la mirada incrédula del mundo, pelean por algo más perfecto. Aprendamos a amar la tierra que nos vio nacer, con sufrimiento y valor, con entrega y honor, con fortaleza ante el infortunio, esos son los dolores de parto de una patria.

jueves, 18 de abril de 2013

PORQUE FRACASA EL SOCIALISMO

Traduccion: Elvis Occ

Un Profesor de Economía de la Universidad Texas Tech contaba que él nunca había reprobado a sus estudiantes, pero que si embargo, en una ocasión  tuvo que reprobar a la clase entera. Cuenta que esa clase le insistía que el socialismo funcionaba, que era mejor que el capitalismo, ya que en ese sistema no existían ni pobres ni ricos sino una completa y feliz igualdad. El profesor le propuso a sus alumnos hacer un experimento en clase sobre la conveniencia del socialismo.



Todas las notas iban a ser promediadas y a todos los estudiantes se les asignaría la misma nota de forma que nadie seria reprobado pero tampoco nadie sacaría una A. Después del primer examen las notas fueron promediadas y todos los estudiantes sacaron B. Los estudiantes que se habían preparado muy bien estaban molestos y los estudiantes que estudiaron poco estaban contentos.



Pero cuando se llevó a cabo el segundo examen, los estudiantes que estudiaron poco, estudiaron aun menos, y los estudiantes que habían estudiado mucho decidieron no esforzarse tanto porque como quiera que sea, no lograrían obtener una A; asi que también estudiaron menos. El promedio del segundo examen fue D! Nadie estuvo contento. Pero cuando se llevo a cabo el tercer examen, toda la clase se saco F: reprobados todos!



Es que las notas nunca mejoraron. Los estudiantes empezaron a pelear entre si, culpándose los unos a los otros por las malas notas hasta llegar a los insultos y resentimientos, ya que ninguno estaba dispuesto a estudiar para que se beneficiara otro que no lo hacia. Para asombro de todos, la clae entera perdio el semestre! Entonces el profesor les preguntó si ahora entendían la razón del fracaso del socialismo. Es sencillo; simplemente se debe a que el ser humano esta dispuesto a sacrificarse trabajando duro cuando la recompensa es muy atractiva y justifica el esfuerzo, pero cuando el gobierno quita ese incentivo, nadie va hacer el sacrificio necesario para lograr la excelencia. Finalmente el fracaso es inevitable.

Perfil de un fraude chavista


Lo que viene ocurriendo en Venezuela es el clímax de una segunda fase de dictaduras latinoamericanas que ya no surgen de la personalidad aventurera de algún general sino de los civiles. El siglo XX se caracterizó por las típicas dictaduras militares en toda la región, herencia de la creación militar e improvisada de nuestras repúblicas en el siglo XIX, cuando no existían instituciones democráticas. Si bien los militares llenaron por necesidad el vacío de institucionalidad democrática, acabaron convertidos en una institución política que durante el siglo XX tomaba el poder por la fuerza con total naturalidad. Se sentían salvadores de la patria que se veían obligados a intervenir cuando los incapaces civiles no podían conducir el país.

Durante la segunda mitad del siglo XX vivimos la etapa final de estas dictaduras militares que encontraron otra escusa para tomar el poder ante las amenazas comunistas. Luego de este período los militares acabaron denunciados, enjuiciados y en muchos casos encarcelados, tras un largo proceso que aún no ha concluido. El escenario mundial había cambiado después la Segunda Guerra Mundial y la creación de la OEA con sus infinitas entidades satélites, las que empezaron a tomar el control burocrático de esta parte del mundo. La justicia supranacional se encargó de las dictaduras militares dejando de lado a guerrilleros y terroristas, los que acabaron convertidos en víctimas. La nueva era de los DDHH en este siglo se caracterizó por los juicios y el desprestigio institucional de las FFAA. Todo esto mantuvo a los militares relegados en sus cuarteles.

Al empezar el siglo XXI la institucionalidad democrática seguía siendo precaria en Latinoamérica. Con los militares fuera del juego, emergieron nuevos líderes civiles con las mismas viejas tradiciones totalitarias. Es inevitable que los gobiernos acaben en dictaduras cuando no existen instituciones democráticas y cuando todo lo que hay no pasan de ser fachadas de cartón, escenografías legalistas donde las entidades son solo piezas de utilería constitucional, cascarones sin contenido a cargo de funcionarios mediocres que ni siquiera tienen claro sus fines institucionales. Los gobiernos civiles siguieron en la tendencia dictatorial con mayor fuerza, ya sin el riesgo de los militares, a los que más bien se los manipulaba. Las dictaduras civiles supieron ocultarse muy bien detrás de la fachada democrática que proporcionan los procesos electorales. Se instauró así la era de las dictaduras civiles de perfil electoral.

Las dictaduras civiles de hoy se sustentan en un empleo muy hábil de los medios de comunicación modernos y en un nuevo formato de comunicación con la gente, mucho más informal y constante. La vieja estrategia de pan y circo ha sido intensamente utilizada junto a un ingenioso manejo retórico de ciertos valores y del patriotismo. Paralelamente se procede a la penetración de las instituciones de utilería mediante el nombramiento directo o indirecto de adictos al régimen. Al final el país termina bajo el control de una plaga de incompetentes que solo tienen en común su fidelidad al dictador, en medio de un régimen que destila corrupción por todos lados. Maniobras típicas son la reforma de la Constitución, los referendos, los apoyos sociales y el enfrentamiento con los grupos de poder económico y mediático cuando no quieren someterse a la dictadura. La Iglesia Católica tampoco se salva.

Las dictaduras civiles permiten el afloramiento de una casta de políticos mediocres, cuya única utilidad es ser adulones permanentes del régimen y aplaudir y apoyar todos sus dictados. Para ellos la única institución de la patria es la voluntad del dictador. Todos los que se oponen a él son traidores a la patria, reprimidos con dureza y sancionados de alguna forma oscura.

Este escenario lo hemos visto en Venezuela en la última década, y lo estamos viendo en Argentina, así como en Ecuador y Bolivia. Es un fenómeno continental propio de estos países con debilidad institucional endémica. También lo vivimos en el Perú en la época de Fujimori y estamos en grave riesgo de revivirlo con este régimen nacionalista con aroma de chavismo, a pesar de sus desodorantes democráticos. El caso de Venezuela donde se ha instalado una dictadura que acaba de asegurar su permanencia por veinte años, es solo un botón de muestra. Pero se torna más importante por ser la cuna del chavismo continental, una novedosa forma de dictadura civil electoral disfrazada de socialismo barrial, pero con pretensiones de ser un imperialismo. La muerte de Chávez no ha detenido los delirios de ese régimen corrupto y repleto de incompetentes que maneja todos los resortes del país. Las recientes elecciones han sido una muestra clara del control que ejerce el régimen en las instituciones a su servicio: el CNE y el TSJ.

Las damas que presiden el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela nos traen el nítido recuerdo de Blanca Nélida Colán Maguiña, Fiscal de la Nación en los días de Fujimori, quien solía ser implacable con los opositores, mientras que se tornaba en una madre protectora cuando se trataba de Vladmiro Montesinos. Hoy vemos exactamente el mismo descaro en estas funcionarias de Venezuela. Las elecciones han evidenciado el fraude desde su convocatoria. El manejo de los medios del Estado por parte de Maduro ha sido escandaloso. Mientras que a Capriles le permitían cortísimas apariciones, la pantalla era ocupada por el candidato oficial permanentemente. La campaña del chavismo ha sido solventada abiertamente con fondos públicos y se ha manoseado el nombre de Chávez hasta la náusea.

Otro elemento descarado del fraude fue la papeleta de votación donde el rostro de maduro aparecía 14 veces. Ese solo detalle era suficiente para invalidar el proceso. Aun así, las elecciones parecían ganadas por Capriles según muchas estadísticas a boca de urna. Los resultados concretos de muchas mesas se dieron a conocer por las redes y todos eran favorables a Capriles. Sin embargo, el CNE apareció a pocas horas de concluidas las votaciones para anunciar como ganador a Maduro, sin haber recabado las actas del exterior, aduciendo que el resultado era ya irreversible, cuando la diferencia es de solo 230 mil votos. Un apresuramiento nada serio y muy sospechoso. Lo cierto es que en menos de 24 horas el candidato Maduro fue proclamado oficialmente ganador por el CNE. Una celeridad nunca vista en ningún lado. Ahora solo han cedido a "auditar" el proceso, pero el fraude ya se consolidó en Lima.

La señora Tibisay Lucena ha desoído las denuncias y evidencias presentadas que llegan a más de 3 mil. Se han visto videos donde comandos chavistas acompañan a los electores a las cámaras de votación. Se han encontrado papeletas marcadas en varios puntos de la ciudad. El chavismo ha incendiado su propio local para acusar cobardemente a la oposición y el propio Maduro califica de fascistas a sus opositores. Nunca se podría avalar un proceso electoral tan irregular si se actúa con decencia. Sin embargo, las instituciones de cartón como la OEA y varios países débiles institucionalmente y donde la democracia sigue siendo una quimera, gobernados además por simpatizantes de la ola dictatorial de moda en la región, no han dudado en reconocer el triunfo de Maduro. 

El resultado de la reunión de UNASUR era bastante previsible. No es más que un circo chavista donde se le echará la bendición al nuevo socio del club de dictadores civiles electorales de la región. Son mayoría. La reacción de la izquierda también era previsible. Su apoyo al fraude chavista y a la nueva dictadura a cargo de Maduro solo deja claro -una vez más- que al progresismo nunca le ha interesado la democracia. Todo lo que persiguen es el poder a cualquier costo y por cualquier medio. Sus discursos a favor de la democracia no se los cree nadie. Su inspiración es la dictadura del proletariado que hoy es la de una boliburguesía corrupta que alimenta el odio al imperialismo norteamericano. Con eso toda la izquierda se satisface. Esta es una ocasión más para ver la verdadera moral de la izquierda peruana. Esos que ayer se rasgaban las vestiduras por la democracia cuando se trataba de combatir a Fujimori, hoy hunden el pico para no decir nada sobre la dictadura chavista. Al contrario, son los que aplauden la dictadura.

martes, 16 de abril de 2013

La eterna estupidez en el control de armas


Por Dardo López Dolz

El DS 006-2013 y la Ley 29954, sobre posesión legal de armas de fuego, deben ser derogados de inmediato por inconstitucionales. Violan el derecho a propiedad disponiendo la incautación de las armas con licencia, de ciudadanos honestos, hasta la venta obligada o la incautación definitiva en 180 días de aquellas que excedan el limite de 2 que la misma norma fija. En el caso de las 9mm, la infracción constitucional es mas grave aún, al disponer que debe vendérsela a militares o policías. O sea, como obligarlo a quien tiene más de un auto a entregarlo gratis al Estado hasta que un militar o policía se lo compre en el precio que le dé la gana o lo pierde. Eso es robo de propiedad registrada mediante un DS.

Esto viola el derecho a la libre asociación, obligando al deportista a federarse para renovar su licencia. Como obligar a asociarse a un club federado (y pagar la cuota mensual) si desea jugar fútbol en una cancha o el Estado le robe sus chimpunes. Ya era grave que la ley prohibiera el ejercicio del derecho de propiedad de las armas calibre 9mm y que el TUPA encareciera los costos de renovación hasta el 20% o 30% anual del valor del arma, disparando la no renovación, el mayor problema que hereda la SUCAMEC.

Pero el ejercicio de estupidez normativa no acaba allí. Se incluye en el control de la hace años colapsada SUCAMEC las carabinas de balines, los sprays de gas pimienta, los "Stun guns" eléctricos, las que lanzan proyectiles de goma, los juguetes de airsoft (pelotitas de plástico) y paintball (pelotitas de pintura); de libre importación y comercialización en todo el mundo.

En claro afán de proteger la integridad de los pobrecitos delincuentes de los efectos de la autodefensa del ciudadano honesto, pretenden también restringir el libre acceso las armas no letales para su defensa, por no mencionar la ridiculez de incluir las armas de juguete. Menos mal que olvidaron el cuchillo de cocina, el palo de amasar, las hondas, trompos y huaracas. En política se asumen costos, cuando se solucionan problemas, en democracia se hace sin violar la ley ni la Constitución.

Pero las recientes modificaciones legales en materia de armas no solucionan la inseguridad, la agravan, empujando gran cantidad de armas legales hacia la informalidad y el mercado negro, limitando las posibilidades del tirador y cazador deportivos, quebrando las empresas de seguridad y facilitando el trabajo de los delincuentes. Cuando es reiterado el "error" del funcionario, sabio es desconfiar de sus reales intenciones.

martes, 9 de abril de 2013

El quijote constitucional


Una de las características más notables de los políticos mediocres (y de la gente estúpida en general) es su dedicación a las discusiones bizantinas, es decir, a ocuparse de temas triviales y estériles. Precisamente una inequívoca señal de estupidez es la incapacidad para hallar el orden correcto de las prioridades en función de la circunstancia, así como la tendencia hacía la sobrevaloración de lo fatuo y banal. La tan citada frase "discusión bizantina" proviene del siglo XV cuando los bizantinos se ocupaban de discutir sobre el sexo de los ángeles en momentos en que los turcos otomanos los cercaban con sus tropas. Pero de esos casos hoy tenemos hartos ejemplos en el Perú.

Hoy se produce algo muy similar por parte de una selecta casta de políticos mediocres, fracasados y, sin duda, estúpidos. Están empeñados en abrir un gaseoso debate para restituir la Constitución de 1979, como si fuera posible hacer un viaje en el tiempo hacía el pasado. Algo que solo cabe en una mente desquiciada. Semejante proyecto no pretende traer mayor prosperidad al país, no busca atraer más inversiones y generar más empleo, no intenta mejorar las condiciones de la educación pública ni ninguna otra posibilidad sensata para un cambio tan importante. No. Absolutamente nada de eso. Todo este disparatado proyecto se funda única y exclusivamente en una enfermedad mental o espiritual que se conoce como odio y resentimiento.

Los afiebrados promotores del retorno a la C-79 están sustentados tan solo en su odio fanático a Alberto Fujimori. Su verdadera intención es eliminar de la historia y de la faz de la Tierra todo rastro que recuerde a Alberto Fujimori, a quien ansían ver morir en prisión. Eso es todo el trasfondo de este proyecto. En buena cuenta. el Sr. Alberto Borea Odría pretende someter al país entero al absurdo de volver al pasado para satisfacer sus odios personales y su sentimiento de frustración personal. Y es que el golpe del 5 de abril de 1992, así como el triunfo de Fujimori en el 90, dejó una logia de resentidos y perturbados que no tiene paralelo en la historia, salvo en la Guerra del Pacífico que dejó un profundo sentimiento antichileno. Más o menos así es el resentimiento antifujimorista de estos políticos frustrados que hoy son encabezados por el Nobel MVLL.

Existe pues dos clases de antifujimorismo. El de los derrotados terroristas y sus amigos de izquierda, y el de los frustrados liberales que nunca pudieron ver su sueño realizado por la aparición de Alberto Fujimori. Ambos constituyen hoy el frente común del odio antifujimorista que procura lavar sus penas y frustraciones viendo morir en prisión al causante de sus derrotas. Pero además, quieren eliminar la Constitución que produjo.

El principal promotor del proyecto restaurador del pasado es el señor Alberto Borea Odria, un personaje de sinuoso recorrido en la política nacional. Su existencia empieza en la agitación callejera allá por febrero de 1975, cuando el diario Expreso publicó una foto donde Alberto Borea aparecía encerrado en un círculo y señalado como el líder de una banda de agitadores apristas que dirigían a las turbas de asaltantes dedicadas al pillaje y los saqueos durante los luctuosos sucesos del 5 de febrero, un día en que Lima ardió. Luego se alejó del APRA y en el 85 apareció en el PPC para ser elegido diputado, y luego senador en el 90. Lástima que su proyecto político se vio truncado por el golpe del 5 de abril del 92. Algo que nunca perdonará. Su última aparición no fue muy feliz, pues tuvo el coraje de lanzarse como candidato a la presidencia en el 2006, cosechando apenas 24 mil votos, equivalentes al 0.2%. Eso debiera ser suficiente para que un político se dedique a otra cosa.

Alberto Borea pasó a ser un conspirador y estuvo involucrado en el intento de golpe contra Fujimori en noviembre del mismo año. Luego se retira del PPC sin formar parte del CCD que redactó nuestra actual Constitución. Años después este saltimbanqui aparecería formando parte de los cuadros que apoyaron al improvisado Alejandro Toledo. Como recompensa disfrutó de cómodos cargos diplomáticos. Más allá de eso no ha hecho más que ruido político en los últimos años. Hoy aparece con este mamarracho de proyecto que a decir verdad ni siquiera es suyo, para variar.

Los primeros que intentaron restituir la Constitución de 1979 fueron los apristas, como muestra de fidelidad a la Constitución firmada por Haya de la Torre. Así lo anunciaron a fines de los 90 y esa fue su posición retórica por varios años. Sin embargo cuando llegaron al poder en el 2006 no mencionaron el tema. Saben bien la diferencia entre la retórica y la realidad. El Perú estaba creciendo y había asuntos mucho más importantes que ponerse a discutir cuestiones quiméricas y sentimentales.

Como han advertido diversos analistas, no hay más que razones tontas o "románticas" para proponer algo tan dramático y radical como el retorno a la C-79. Ninguna de las razones expuestas por estos quijotes de la Constitución del 79 resultan válidas. Ni siquiera con la elocuencia de Borea es posible distinguir un halo de coherencia y sensatez en ese intento descabellado. Decir que la C-93 es espuria carece de fundamento real y de sustento jurídico. Esta Constitución fue redactada por un Congreso convocado y elegido libremente para dicho fin, y conformado por diversos partidos representativos de nuestra nación. Más tarde incluso la Constitución fue sometida a referéndum, como nunca había ocurrido antes en la historia.

Por su parte, la Constitución de 1979 podría ser más ilegítima y espuria debido a que fue convocada por una junta militar con el expreso propósito de consolidar las reformas impuestas manu militari durante la dictadura. Ese fue el encargo recibido desde el gobierno militar. La C-79 se hizo mirando una realidad que era radicalmente distinta en el Perú y el mundo. Obedeció a una mentalidad que la historia ha demostrado que estuvo equivocada: el estatismo socialista. Incluso podríamos decir que dicha Asamblea Constituyente no fue muy representativa debido a que Acción Popular no participó, siendo entonces una de las principales fuerzas políticas del país, pues fue expulsada del gobierno en 1968 y luego retornó en 1980. Hubo pues allí un vacío muy importante en la visión de país que se requería.

Al margen de aquellos detalles históricos, hoy diversos expertos han comparado ambas constituciones llegando a la conclusión que -objetivamente- la actual Constitución es muy superior. Y debe serlo porque en el momento de su redacción el Perú y el mundo ya eran radicalmente diferentes. La C-93 incorpora todo el aprendizaje de la experiencia nefasta que significaron las empresas estatales, es más realista al restituir al mercado y al sector privado como ejes rectores de la economía y darle al Estado un rol subsidiario. Por último, si comparamos los resultados del país bajo ambas constituciones, no cabe duda alguna que nos ha ido mejor bajo el imperio de la actual Constitución.

Solo nos queda detener pues las ridículas arremetidas quijotescas de estos saltimbanquis de la política que andan buscando protagonismo y titulares. En el Perú estamos hasta el cuello de estos políticos dementes que solo nos conducen al debate estéril y a la retórica vacía.

SUECIA DESARMA SU ESQUEMA SOCIALISTA


El gobierno de Ollanta Humala pretende obligar a las empresas petroleras que acepten a Petroperú como socio minoritario en sus exploraciones. Osea solo cuando ya se ha descubierto que hay petroleo! Como dirían en el barrio: Petroperú estará misma gallina vieja, se sentará pero no pondrá nada. Otro si digo: al más puro estilo cebiche mixto: camarón con concha. Aquí un relato de lo que sucede en el otro extremo del mundo, en el mundo sensato: Suecia. Muchachos antes que los caviares les vean la cara y manipulen, lean por favor.

Emilio Cardenas/www.economiaparatodos.com

El nuevo gobierno de centro sueco se propone realizar una serie de reformas que incluyen la eliminación del impuesto a los bienes personales, la creación de incentivos tributarios que estimulen la inversión y la privatización de activos en manos del sector público. En septiembre del año pasado, una coalición de partidos políticos de centro derrotó al socialismo sueco y accedió al gobierno de su país con mayoría parlamentaria propia. Cumpliendo con sus promesas electorales, el joven primer ministro, Fredrik Reinfeldt, de 42 años, puso rápidamente en marcha la estrategia para concretar algunas reformas que afectan a los cimientos mismos de la estructura socialista que Suecia fue edificando a lo largo de varias décadas.

A diferencia del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, Reinfeldt acaba de anunciar que derogará el impuesto a los bienes personales, cuya tasa, en Suecia, es del 1,5% anual. Para Solá, la reciente adopción del mismo tributo en la provincia que administra, que no existía hasta ahora, tiene un sentido simbólico: el de redistribuir la riqueza. Para Reinfeldt, la derogación de ese impuesto tiene también un sentido simbólico, aunque muy distinto. Diametralmente opuesto. Pese a que, en términos de ingresos, el mencionado impuesto a la riqueza no es importante cuando se lo compara con otros tributos y a que sólo el 2,5% de los contribuyentes suecos lo pagan, la experiencia de Suecia sugiere que este tipo de impuesto ha provocado a lo largo de los años una distorsiva fuga de capitales y una dramática caída de la inversión en esa nación.

Para muchos, el impuesto a los bienes personales reduce los incentivos a la inversión, a punto tal que entre todos los miembros de la Unión Europea, en las cifras que miden el porcentaje de la actividad económica en manos nacionales, Suecia está ubicada en un lamentable 18° lugar. Esto es natural, porque —frente a un impuesto como el que ahora será abolido— los emprendedores prefieren que el capital sujeto al mismo, en lugar de aumentar, se reduzca, para bajar la carga fiscal. Luego de abolir el impuesto a los bienes personales, con absoluta coherencia, el gobierno de Reinfeldt se propone también ofrecer a los inversores, particularmente a aquellos que pertenecen al universo de las pequeñas y medianas empresas, incentivos tributarios importantes, que estimulen la inversión. Reinfeldt y Solá pertenecen, obviamente, a universos intelectuales bien distintos.

En paralelo con lo antedicho, Reinfeldt anunció que en los próximos tres años privatizará buena parte de los activos que hoy están en manos del sector público, esfuerzo del que espera obtener unos 21.800 millones de dólares para el erario común. La privatización será abierta y todos los inversores extranjeros, cualquiera sea su origen, podrán participar en ella. En la actualidad, el gobierno sueco participa en 57 empresas o grupos distintos, que hoy emplean a unas 200.000 personas. Esto que incluye el 19,5% de Nordea (el más grande banco regional), el 45,3% de TeliaSonera (la empresa telefónica local), el 6,7% de OMX (la operadora de la Bolsa local), el 21,4% de SAS (la aerolínea de bandera sueca), además de una participación en V&S (el fabricante de licores, entre los cuales está el conocido vodka Absolut). El gobierno tiene también participación en propiedades inmuebles y empresas farmacéuticas.

El calendario para las privatizaciones programadas todavía no se conoce, pero el gobierno está trabajando activamente en el respectivo programa, que pronto se dará a conocer. La Suecia socialista parece así estar dando paso a lo que el primer ministro Reinfeldt llama “un país normal”. Nosotros, comparativamente, vamos camino a lo que Reinfeldt seguramente llamaría “un país anormal”, lo que es muy diferente.


domingo, 7 de abril de 2013

El indulto a Fujimori


Por Felipe Cortijo Medina


Según Sócrates, cuatro virtudes le corresponden necesariamente al juez: escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente. Sin embargo, cuando el juez tiene el ánimo de injuriar y prevaricar movido por conflictos ideológicos muy arraigados, cuando pierde la imparcialidad y la prudencia porque le parece tener al frente al peor tirano de la historia, a un criminal de lesa humanidad, todo eso afirmado como verdad a priori, la objetividad se convierte en farsa y la justicia en una simple y asquerosa patraña.

Gracias a la prensa fuimos testigos de cómo se fabricó la sentencia de Fujimori, cómo César San Martín dejó que el abogado Gonzalo del Río Labarthe inventara en la legislación peruana la ya famosa tesis de la “autoría mediata”, una figura jurídica que no existía y que no aparece en el Código Penal. No voy a argumentar contra esta aberración porque muchos juristas ya lo han hecho, demostrando que de lo que se trataba era de condenar a alguien sin pruebas.

Este domingo 7 de abril la izquierda festejará un año más de aquella emboscada jurídica. Algunos protagonistas de esa miserable cacería ya han tenido la desfachatez de pronunciarse, como el ex fiscal Avelino Guillén, quien no tiene empacho en declarar que se siente orgulloso “ante el mundo y ante los jóvenes” por su dedo acusador. Nunca será un mérito arrojar a las mazmorras a alguien bajo una tesis forzada, y condenarlo a 25 años con prepotencia sin mostrar prueba alguna. Guillén, con el pecho inflado por la soberbia, olvida que su triunfo se lo debe a la complicidad del juez. Ambos se estrecharon las manos y felicitaron a la relatora que por más de cuatro horas leyó la sentencia sin equivocarse. Tardaron sólo dos días en transcribir 400 folios. Fueron expeditivos, como no suele serlo el PJ.

A estas alturas ya no tiene caso exigir enmiendas sobre algo que no pudo ser manejado por la defensa, pues mientras esta exigía pruebas, los otros predicaban teorías. La implacable furia de la izquierda operó sin descanso desde sus ONGs y sus medios en los que destilaban todo su odio, exigiendo a gritos la crucifixión como en los días de Cristo. Los tristes tribunales de un sótano, azuzados y refrendados sin ninguna vergüenza por ex reos terroristas como Aníbal Apari, extrañamente puesto en libertad después de haber integrado cuadros como miembro activo del MRTA. Ya no tiene caso exigir ni insistir en la revisión de la sentencia, ya no le alcanzaría la vida a Fujimori para restablecer su derecho ciudadano, seria muy obvio adivinar que dilatarían eternamente dicho proceso, esto ya es asunto cerrado.

El presidente resolverá finalmente el indulto a Fujimori. Si el señor Humala hace honor al uniforme que alguna vez vistió, si en verdad un día enfrentó al terrorismo desde su puesto de oficial del Ejército Peruano, si es un hombre de familia y de palabra, deberá otorgar el indulto, aunque tenga que contrariar la opinión de gente cercana. Como lo ha demostrado en el caso de su hermano y a pesar de la opinión de su familia, si el presidente sabe lo que es el deber patriótico deberá liberar a Fujimori. Usted, y sólo usted tiene la palabra.

viernes, 5 de abril de 2013

FELIZ 5 DE ABRIL A LA REPUBLICA!!





Cesar Hildebrandt/La Primera

El señor Gustavo Mohme es el único director de periódico que jamás lee lo que en el suyo se publica. Ni antes ni después.

Y no es porque desprecie el oficio que jamás ejerció. No. Es que él no lee jamás. Su memoria tiene gigas y gigas disponibles porque sólo la ocupan sus líos de divorcio, sus licitaciones ganadas en todos los gobiernos, su desapego a la memoria del padre que jamás podrá imitar y los sucesivos disfraces que hubo de usar para sobrevivir en el baile de máscaras del Molin Rouge periodístico.

Cuando su padre se esforzaba por mantener una línea independiente en medio del safari fujimorista, Gustavito presionaba al periódico para que calmara sus críticas a la dictadura.

Se trataba de que, a partir de 1998, las tentaciones empezaron a llover sobre este Fausto de quincha y chequera rápida. El viejo no confiaba demasiado en él pero, al fin y al cabo, era su primogénito y los dineros que obtenía no lo comprometían a él directamente.

Mohme padre hacía todo lo posible para que el diario reflejase el punto de vista de cierta centroizquierda. Mohme hijo se veía con Bressani, conversaba de lo lindo con Dufour, demandaba lo suyo en las repartijas de la publicidad estatal “gracias a sus contactos”, almorzaba con Borobbio –todos operadores cloacales de la mafia– y ampliaba su poder en el periódico asegurándose la sucesión.

La primogenitura no le bastaba. De lo que se trataba era de comprar acciones y hacerse fuerte para el día en que el viejo muriera y la familia, tras el duelo, se convirtiese en directorio. Cuando eso sucedió, Gustavo, que de prensa sólo sabía lo que Mirko Lauer le susurraba –o sea muy poco– ya era el hombre fuerte en La República.
Claro que sus hermanas y hermanos ignoraban en ese momento que Gustavito había sido un visitante asiduo del SIN y que la salita donde Montesinos repartía dinero había acogido su trasero en un número indeterminado de oportunidades.


“Sólo fueron dos”, diría él después. “Y las dos veces para hablar sobre temas de seguridad nacional y asuntos vinculados al problema con el Ecuador”.

Mohme sabía que Ecuador quedaba al norte del Perú y que la seguridad era un problema porque a su papi ya le habían robado tres camionetas Cherokee consecutivas, así que es de imaginarse qué exquisiteces geopolíticas, qué finuras vinculadas a fortalecer la contrainteligencia de frontera, que académicos diálogos sobre el llamado protocolo Pedemonte-Mosquera pudieron librar un hombre que compraba dueños de periódicos y un futuro dueño de periódicos que acudía a ese antro porque su papi, por entonces el amo del negocio, hubiera sentido demasiado asco encerrándose con Montesinos en esa sala.

La buena noticia para Gustavo es que pudo hacer desaparecer el video de sus conversaciones con Montesinos. La mala fue que no pudieron sustraerle el video donde Montesinos habla con Carlos Ferrero del hombre que sucedió a su padre sin merecerlo. En la transcripción oficial de ese documento histórico, Montesinos dice:–Chicho viene seguido por aquí–.

Y en seguida añade un comentario amistoso sobre el actual director de La República. Eran los meses en que Marcelo Gullo, yerno de Carlos Maraví –accionista de La República– y amigazo de Chicho cobraba a manos llenas por hacer de la revista Sí un guáter congestionado.

Eran los tiempos en que Eduardo Calmell del Solar, Vicente Silva Checa, los hermanitos Winter –y más tarde Genaro, Shutz, los Crousillat– pasarían por caja para la cámara fija de Montesinos, (a) Asesor.
Eran los tiempos en que Dionisio Romero, Raúl Modenesi, Eugenio Bertini, Óscar Benavides de la Quintana, Jorge Picasso y un kilométrico etcétera se reunían en esa sala para diseñar la estrategia que permitiese la dictadura infinita de Fujimori, (a) Presidente de la República.


No fue extraño que, pocos años después, Eugenio Bertini le obsequiase a Chicho los siete millones de dólares que el Wiese tenía como acreencia ante América TV. Y no es extraño que el malandro gobierno de Toledo avalase tan infecta operación, gracias a la cual Mohme hijo, sin poner un sol, se convirtió en propietario de un tercio de las acciones de América TV.

Tampoco es extraño que el documento que José Enrique Crousillat entregó a la fiscal de la Nación, Adelaida Bolívar, comprometiéndose a dar información detallada sobre los negocios de Gustavo Mohme hijo con el fujimorismo, haya sido ocultado por la prensa enlodada y los brazos de la mafia –que siguen siendo largos–.
En ese documento, el reconocido delincuente Crousillat, que ya no tenía nada que perder, que estaba preso, que sólo estaba interesado en que sus pares que fingen de caballeros pagasen, como él, sus culpas, escribió:
“Declaro que puedo dar información de las transacciones sostenidas hasta el año 2000, inclusive, entre el ex asesor y hoy procesado Vladimiro Montesinos y el propietario del diario La República, Gustavo Mohme Seminario, para que éste se favoreciera económicamente y para que favoreciera a algunos de sus familiares sometidos a procesos judiciales y a investigaciones en el Ministerio Público”.


¿Y qué hizo la fiscal Adelaida Bolívar con esta declaración? ¡Nada! Mandó el asunto a engavetarlo en un tiempo que constituyó marca mundial.

O sea que a Gustavo no había que hacerle lo que le hicieron a decenas en el sistema anticorrupción: investigarlos por el dicho razonablemente informado de un mafioso con ganas de ser colaborador.

Si a Genaro lo prescribieron por viejo, a Chicho lo prescribieron sin escudriñarlo.¿Y qué hizo la gran prensa?
¡Nada! Al fin de cuentas, el políticamente anticuchado Chicho tiene un alto cargo en la SIP –una organización controlada por los gringos, sus seguros servidores centroamericanos y los capos cubanones de El Nuevo Herald– y preside, sin haber escrito jamás una línea que no pertenezca al área de contabilidad, el Consejo Peruano de la Prensa.


Y habla en nombre de la libertad leyendo discursos que le escribe algún empleado columnista y se preocupa por los excesos que la prensa puede cometer.

Él, que no tuvo los bríos para enfrentarse a su ex empleado Pepe Olaya cuando éste llamaba a su padre “Miss Piura”, monitorea los excesos de la prensa.

¿Y los excesos de La República, entre los cuales está la campaña de terror dirigida a contribuir con el triunfo del muy prontuariado evasor de impuestos Alberto Fujimori? ¿Y la persecución, sin proporcional arrepentimiento, del general Bellido, enemigo de Montesinos?

¿Y la soplonería, vacía de información, en contra de la maestra Angélica Torres García, liberada por falta de pruebas por el Cuarto Juzgado Penal Antiterrorista ante el horror y la exigencia de carcelería del diario que alguna vez fue ejemplo de buena fe? ¿Y su política de adular a Humala por si acaso y sobar a García por si las moscas?

¿Y su agradecida anuencia con las tropelías de Toledo, el hombre que les regaló un tercio del Canal 4? ¿Y los negocios que con todos los gobiernos sigue haciendo la imprenta de La República? ¿Y las inmundicias alucinantes de El Popular, un diario que, vendiendo lo que vende, sostiene a La República?

La República empezó vendiendo crímenes bajo la amarillenta conducción de Thorndike. Ha terminado por perpetrarlos en el gobierno de Mohme, un director de apariencia que o no va o está de viaje.
A veces, sólo a veces, da algunos encargos barriobajeros a sus muchachones. Antes se los daba a Pepe Olaya cuando éste era subdirector de La República. Ahora se los da a Mirko, a Federico y al entrañable Carlín, un zambo tan simpático como Olaya.

www.elvisocc.org

miércoles, 3 de abril de 2013

La Parada contrataca


La cucufatería progresista se ha escandalizado una vez más por el fallo de un juez que concede el amparo a los comerciantes de La Parada. En buena cuenta lo que el juez demuestra es que el operativo fue por lo menos improvisado, pues se saltaron a la garrocha varios requisitos legales que pueden parecer insulsos pero que son necesarios para cumplir con el debido proceso. Es decir, para hacer las cosas bien. Más allá de eso parece ser que el tremendo juez ha cometido algunos excesos y tinterilladas.

Esto ha sido suficiente para que la progresía chille a voz en cuello y de inmediato empiece a "investigar" al juez y a sacarle todos sus trapitos al aire. Por su parte la alcaldesa Villarán corrió a Santa Anita para dar una conferencia de prensa completamente indignada, expresenado enrojecida cosas que llegaban al absurdo, mal asesorada como siempre por su todavía teniente alcalde, Eduardo Zegarra, quien luego tomó el micro para repetir casi al pie de la letra lo que acababa de decir su jefa, o sea, las mismas barbaridades. 

Entre las cosas de las que se quejaban amargamente era que aun no habían sido notificados por el juez y que solo se habían enterado de la resolución por la prensa. No es raro que expresen semejante queja dado a que estos caviares suelen vivir en la Luna. Parece que ignoran cómo tardan las cosas en el Poder Judicial. El juez ha cumplido con colgar la resolución en la web, pero de allí a que el despacho curse las notificaciones a las partes tomará el tiempo que tome. Ni el Municipio de Lima hace las cosas tan rápido como para que la alcaldesa quiera la notificación el mismo día en que sale la resolución. Es el colmo. Pero así de extraviados son. No nos extrañe pues que gran parte de sus reclamos sean solo parte de un escándalo de histeria.

De muchas formas se puede probar que el operativo de La Parada fue improvisado y apresurado, además de mal ejecutado. Pese a la plaga de asesores legales y de estudios realizados, los progres de la MML no tenían la menor idea de que se estaban saltando trámites y que iban a reventar un polvorín. Allí sí se olvidaron del famoso "diálogo" que siempre andan invocando en todos los conflictos sociales que su gentita de TyL promueve. Tampoco les importó entonces el "costo social" que la medida iba a provocar. Ni siquiera tenían un plan concreto a ejecutar, pues luego del desastre ocasionado, dejaron en abandono La Parada con la promesa de hacer allí un parque. ¿Cuándo? ¡Nadie sabe!

Tienen además la conchudez de quejarse de la mugre, el hacinamiento y la delincuencia como si todo eso no fuera responsabilidad de la MML, ya que La Parada ha estado siempre bajo la administración de la MML. La delincuencia y la mugre no se la pueden achacar a los comerciantes. Eso es entera responsabilidad de las autoridades. Lo que deberían hacer los progres que manejan la MML es agachar la cabeza y reconocer lo mal que trabajan. Hoy han llegado a la desfachatez de retar al Poder Judicial amenazando con no acatar el fallo judicial. Pero quizá no debemos sorprendernos, sobre todo viviendo de quienes festejaron que la CIDH anulara todo lo actuado por los jueces peruanos y, pisoteando nuestra autionomía, nos ordenara volver a juzgar a todos los terroristas. 

martes, 2 de abril de 2013

Locos por el indulto


La proximidad de la decisión presidencial sobre el indulto al ex presidente Alberto Fujimori ha puesto con los pelos de punta a toda la progresía local. Esforzados y cándidos defensores de los DDHH como la ex senderista Gisela Ortiz Perea, el ex procurador Ronald Gamarra, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos y una larga lista de selectos activistas de la izquierda resentida y vengativa han salido a expresar, una vez más, su oposición al indulto adornando sus alegatos con una serie de epítetos contra Fujimori, a quien tratan de asesino o criminal.

Cuesta mucho admitir que toda esa costra infectada de la izquierda tenga el cuajo de acusar a alguien por haber cometido delitos de lesa humanidad, y precisamente al hombre que acabó con la demencia de los grupos de izquierda que optaron por el terrorismo. Por ejemplo, la angelical Gisela Ortiz Perea era una dirigente estudiantil senderista en La Cantuta y ella misma ha narrado cómo dirigió a los estudiantes para impedir que el presidente Fujimori y las FFAA ingresaran a la universidad. Organizó las barricadas con carpetas y luego el ataque a pedradas con que recibieron al presidente y su comitiva, todo lo cual fue filmado y fotografiado en su momento, viéndose cómo el presidente tuvo que resguardarse. Hoy esta figurita es una de las que encabeza la escoria del movimiento anti indulto.

Ronald Gamarra es uno de tantos parásitos que existen hoy en la progresía local, y que viven chupando la mamadera de los donativos que mantienen a las ONGs como IDL, APRODEH, y tantos otros que derivan en ese colector séptico que es la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, organismo de fachada del comunismo peruano, cuyo objetivo estratégico desde su creación es brindar apoyo legal a los movimientos de izquierda, incluyendo a los claramente subversivos. Por eso no es de extrañar que la gran mayoría de sus miembros sean abogados. Se pasan la vida investigando a sus enemigos y tienen acceso a los archivos del Poder Judicial mediante convenios, y se ofrecen además como el paraíso del retiro para los jueces, fiscales y procuradores . Las ONGs del progresismo han conformado prácticamente un Poder Judicial paralelo que juega de taquito con la CIDH.

A ellos se suman los medios de izquierda que también son sustentados con dinero de las ONGs, como el portal La Mula, órgano de expresión de varias ONGs afincadas en la CNDDHH. Este es el frente progresista que lidera la oposición al indulto. Con una mano condenan a Sendero Luminoso y al MOVADEF pero con la otra dan soporte activo a su campaña de destrucción legal del sistema a base de juicios interminables, acusaciones infaltables, investigaciones permanentes, amenazas de investigación, etc. Conforman pues un equipo perfecto donde no falta nadie. Están los organismo de base que se ocupan de las movilizaciones callejeras, el frente legal que se encarga de las investigaciones, juicios y apelaciones, y el batallón de los medios de prensa que organizan los titulares y psicosociales.

Por si faltara poco, hay que mencionar a los infiltrados dentro del gobierno, como la caviarona ministra de Justicia, quien precisamente tiene en sus manos el expediente, que prácticamente se lo ha filtrado completo a sus amigos de izquierda, como ha sido su costumbre a lo largo de su gestión. Toda esta maquinaria se ha echado a andar para impedir que el presidente Ollanta Humala otorgue el indulto. No hablemos de los cándidos y los idiotas que nunca faltan por allí y que siguen acusando a Fujimori de mil crímenes.

La gente parece olvidar que el juicio a Fujimori ya acabó. El indulto no es un nuevo juicio. No se trata acá de volver a ventilar los argumentos en contra. La justicia ya hizo su trabajo y el ex presidente fue condenado. Hasta allí ya se hizo justicia. No hablemos más sobre culpabilidad o inocencia. Acá se trata de indultar. Y para eso no viene al caso invocar culpabilidades. No se indulta a inocentes. 

El indulto es una gracia presidencial y no necesita informes de ninguna clase. La comisión creada para ayudar al presidente recomendándole presos para el indulto no implica que ese sea el único mecanismo. El presidente puede indultar a quien le venga en gana en cualquier momento. Así de simple es. Solo se necesitan testículos. Algo que lamentablemente el presidente Ollanta Humala ha probado no tener.

lunes, 1 de abril de 2013

La obsesión fatal de Ronald Gamarra


Un parásito es un organismo que vive a costa de otro. En la política peruana hay una larga plaga de parásitos que -como Ronald Gamarra- no son nadie y no serían nadie si no se dedicaran a tiempo completo a denostar a Alberto Fujimori para festejo de todo el progresismo. Pero además Ronald Gamarra resulta ser doblemente parásito porque es miembro de esa logia de parásitos que viven a costa de donativos internacionales para las agencias que, bajo la fachada de ONGs de DDHH, cumplen en el Perú el papel de agentes del comunismo camuflado, dando la batalla legal contra el sistema y contra los que enfrentaron el terrorismo de izquierda. Ronald Gamarra es pieza vital de esa costra maloliente de ONGs que van desde el IDL hasta la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, que hace tiempo se halla bajo el control de la izquierda cavernaria, resentida, vengativa y pro terruca.

En los últimos tiempos, Ronald Gamarra no ha hecho más que dedicarse a denostar a Alberto Fujimori y opinar compulsivamente en contra del indulto, en una campaña personal y enconada que tiene todo el perfil de una obsesión enfermiza. Sus mensajes vía Twitter son una andanada de comentarios contra Alberto Fujimori y contra todo aquel que ose apoyarlo. Desde ayer, apenas el cardenal Cipriani pronunció una opinión instando al gobierno a resolver la cuestión del indulto sin dilaciones, Ronadl Gamarra desató sus iras y maltrató el teclado derramando toda su pasión psicótica contra Cipriani y Fujimori.

Algo verdaderamente nefasto pasa en este mundo para que sujetos impresentables y delirantes como Hugo Chávez y Evo Morales logren trepar al poder, primero por la vía de los levantamientos populares y luego por la manipulación descarada del sistema electoral. Ollanta Humala no está muy lejos de esa imagen pues apareció en la política tras una acción tan delirante como ridícula en el "alzamiento" de Locumba, donde se llevó con engaños a unos soldaditos para meterse a tiros a un campamento minero y llamar a RPP dando una "proclama". Ultimamente la política se está llenando de esta clase de payasos y dementes que tratan de insurgir con actos estrafalarios. El problema es que lo consiguen Va siendo hora de fumigar la política peruana y colocar en su sitio a estos parásitos que quieren ganar su imagen a costa de otros o de bravuconadas. 

Alguien que se dedica a destilar odio gratuitamente, sin tener cargo alguno, sin ser nada ni nadie, tratando de llamar la atención por la virulencia de su veneno y la ferocidad de sus mordidas, solo merece compasión.