sábado, 24 de agosto de 2013

MONUMENTO A LA INJUSTICIA

 

Por: Elvis Occ

Cuentan que mi abuelo -licenciado del ejército- llevaba meses retirando las cercas de alambre que su vecino hacendado muy ladinamente había colocado metros mas allá de los limites. No solo eso si no que cada vez lo adelantaba más y más metros en perjuicio de las tierras de mi abuelo. Después de varias semanas, mi abuelo montó su mejor caballo y con su machete de un lado y un rifle del otro, se dio a la tarea de revisar los límites de sus tierras, como de costumbre.

Grande seria su sorpresa al hallar murallas de piedras de medio metro de grosor delimitando lo que supuestamente era la frontera entre ambas tierras. El barbado charapa montó en ira y comenzó a derrumbar las petreas murallas hasta caer exhausto por el esfuerzo. El monolitico cercado a pesar de estar entretejido con solo piedras, era demasiado trabajo para un solo hombre. La gente temia al avispado hacendado y mi abuelo de pronto se vio solo en la dura tarea de defenderse del invasor.

Sus amigos le decían que dejara las cosas como estaban en aras de la paz, total eran unos cuantos metros. Mi abuelo nunca lo vio así, para él esa muralla era un monumento a la injusticia. No era un asunto de metros menos sino de principios mellados. Así que por mucho tiempo, mi abuelo fue destruyendo poco a poco y piedra por piedra esa afrenta. El Ojo Que LLora es eso: un monumento a la injusticia. Nos han robado no unos metros sino décadas de desagravios y homenajes a nuestros heroicos soldados. Ha impuesto limites arbitrarios al reconocimiento histórico de civiles que murieron por su patria o por pensar como peruanos de bien.

Los terroristas tienen en el "Ojo que llora" un punto de reunión y partida a otras demandas que por descabelladas, no dejan de ser peligrosas. El Museo de la Memoria es lo que sobrevino después y no sabemos qué otros planes más se alojaran en la mente afiebrada de las ONGs, políticos de izquierda y los desubicados que apoyan esta invasión a la verdadera memoria de nuestra democracia. Democracia que Sendero Luminoso y MRTA juraron destruir a toda costa para imponer su "dictadura del proletariado".

No bajemos los brazos y desmontemos piedra por piedra esos monumentos a la injusticia, No estamos solos y no tememos a los protectores de terroristas. Que nuestra casa no se convierta en santuario de Senderistas y Emerretistas. Nuestra patria es el hogar de patriotas que dieron su vida por lo que hoy disfrutamos. Mi abuelo murió sin poder destruir los cercos de piedras pero sus hijos continuaron la tarea. El hacendado dejo de hacer cercos empedrados y también falleció. Recuerdo haber viajado a Luya y al ver algunos vestigios del derruido cerco, desaté unas cuantas lineas de piedras. No era la muralla de Berlin pero me dio una satisfacción parecida. Era un monumento a la injusticia, como el Ojo Que LLora.


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