viernes, 6 de septiembre de 2013

Guy Sorman y la Nueva Derecha


Por: Claudio Nieto/El Mercurio

Se me ocurren pocas cosas tan agradables como tener la ocasión de conocer en persona a un autor al que se ha leído durante 25 años, advertir que sus exposiciones y su conversación son tan interesantes como sus libros y descubrir, más encima, que se trata de alguien extraordinariamente cordial, paciente y sencillo. Eso fue lo que me ocurrió con el filósofo y economista liberal francés Guy Sorman durante su breve visita a nuestro país.

Sorman escribió sus primeros libros a comienzos de los '80, cuando comenzaba a perfilarse el gran auge liberal del que el mundo se beneficia desde entonces y, en todo este tiempo, lo ha explicado, ha auscultado sus vicisitudes, amenazas e insuficiencias y expuesto sus logros de un modo que destaca, a mi juicio, por tres motivos. La lucidez y honestidad de sus reflexiones, su respaldo tanto en fuentes bibliográficas solventes como en evidencia empírica recogida en los más diversos sitios del planeta y su interés por hacer fácil y grata la lectura de sus obras.

Digna de destacar me parece la exposición que hizo Sorman en el Salón Montt Varas del Palacio de La Moneda, en la que describió los que, a su juicio, son los tres ejes característicos de una nueva derecha. En primer lugar, el realismo. A la izquierda, decía Sorman, a menudo le basta con las intenciones, pero la derecha tiene que comprometerse con resultados medibles y constatables y rendir trasparente cuenta pública sobre ellos, algo que el actual Gobierno se ha propuesto hacer como nunca antes en nuestro país.

En segundo lugar, la creatividad en las soluciones sociales. La nueva derecha se ocupa de la pobreza y la desigualdad, pero lo hace a través de políticas novedosas que incentivan la superación personal y el crecimiento económico, a diferencia del tradicional asistencialismo de izquierdas hoy en crisis. Y, aunque no es la fórmula que Sorman prefiere, viene a cuento aquí, entre otras políticas, el ingreso ético familiar que el Gobierno pretende implementar el próximo año.

Por último, en cuanto a los valores, para Sorman la nueva derecha sólo puede asumir uno: la responsabilidad personal. Ésta supone tratar a las personas como individuos habilitados para decidir por sí mismos, que aprenden de los errores propios y ajenos, y están dispuestos a afrontar las consecuencias de sus actos, en el contexto de una sociedad dispuesta a ayudarlos a superarse.

A la exposición siguió un almuerzo en que una docena de personas lo interrogó sin piedad sobre temas tan diversos como la inmigración, la política respecto de las drogas o la conveniencia de la discriminación positiva. Cuando volví a mi oficina tras dejar a Sorman en el taxi que lo llevó al aeropuerto, un amigo me dijo con punzante ironía: "Claudio, pareces un niño que acaba de ver al viejito de pascua". Y sí, imagino que la anécdota no me deja bien parado, pero tenía toda la razón.

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