martes, 27 de septiembre de 2016

La memoria de Sendero Luminoso


La reaparición del senderismo, vivito y coleando, parece que ha tomado por sorpresa a muchos. Sin embargo, es un hecho bien conocido que Sendero Luminoso nunca desapareció. Solo fue derrotada militarmente en los 90 pero el partido o movimiento se mantiene vigente y renovado, pues muchos jóvenes integran las huestes del neo senderismo, lo cual no es tampoco ninguna novedad. Los jóvenes siempre han servido de tontos útiles a las izquierdas de todos los pelajes. Solo basta recordar que los últimos terroristas abatidos del MRTA en la residencia del embajador del Japón eran todos jóvenes que frisaban los veinte años, con la sola excepción de su líder, Nestor Cerpa Cartolini. 

El diario de izquierda, La República, sostiene hoy en su editorial que es "irresponsable" sugerir que el terrorismo puede reactivarse. Habría que preguntarles por qué están tan seguros de que eso no puede ocurrir, pues es como asegurar que un perro rabioso que ya antes mordió no lo volverá a hacer. Uno nunca puede estar seguro de lo que harán estos desquiciados de la izquierda más delirante del país. Sendero Luminoso no es cualquier cosa, es la agrupación más sanguinaria del planeta. Ellos no han renunciado a su ideología marxista-leninista-maoista ni al "pensamiento Gonzalo". Solo están en otra etapa de su lucha. Por ahora lo que buscan es liberar a Abimael Guzmán y demás líderes mediante el expediente de la "reconciliación nacional" a través de una amnistía general. Vaya uno a saber lo que harán después estos angelitos del terror de izquierdas.

La tranquilidad que muestran hoy en la izquierda se parece mucho a la pasividad de toda la clase política en los años 70, cuando toda la izquierda era un manicomio repleto de dementes y zombies desesperados por iniciar "la lucha armada del campo a la ciudad" mediante su alucinada "alianza obrero-campesino-estudiantil". Todos los grupos de izquierda tenían en su programa político el inicio de la lucha armada. Solo discutían por el momento del inicio. De todo ese pozo séptico de dementes que era la izquierda setentera, solo dos grupos se atrevieron a dar el salto a la "guerra popular", que de popular no tenía nada. Los dementes de izquierda se la pasaban hablando de "las masas" pero nunca tenían masas. Era siempre cuatro gatos enfermos peleándose entre ellos. Solo hacía falta la aparición de un líder mesiánico, dueño de una prédica alucinada para engatusar a un grupo de jóvenes hasta llevarlos a tomar las armas y asesinar en nombre de su paraíso comunista. 

Hoy la izquierda nos dice que no exageremos, que no pasa nada. Sin embargo hay que tomar nota de que la seguridad ciudadana está en crisis, la Policía Nacional está en crisis, las cárceles están en crisis y hasta el Poder Judicial está en crisis, para variar. Y es en medio de las crisis donde florecen las bacterias de la izquierda. Infectan el país al igual que en un cuerpo enfermo. Los jóvenes, en medio de su ignorancia y crisis psicológica, son presa fácil de los predicadores del odio. Allí están los contingentes juveniles que han mamado antifujimorismo rabioso en los últimos 15 años. No saben nada de la izquierda ni del terrorismo pero cacarean de memoria todos los mitos contra Fujimori, son parte de los colectores progres que marchan contra Keiko estigmatizando al fujimorismo con el refrito de la corrupción, mientras se deja de lado el terrorismo y su origen en la ideología funesta que toda la izquierda comparte, aunque ahora estén disfrazados de defensores de los DDHH y del medio ambiente. Disfraces que en el fondo les ha permitido defender a sus terroristas, por un lado, y oponerse a las grandes inversiones que el país necesita en la minería, por otro. 

Este país ya debería estar curado de izquierdas. El socialismo impuesto por el velascato en los 70 y refrendado por la Constitución del 78, más el terrorismo de la izquierda en los 80, nos llevó a la peor crisis de nuestra historia. Si a esto le sumamos el mal ejemplo de Cuba y Venezuela, pues resulta difícil entender por qué la juventud le sigue prestando oídos a la izquierda. 

domingo, 18 de septiembre de 2016

Los caviares también lloran


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

La semana ha tenido un final inesperado. Mientras el gallinero progre se alborotaba festejando la renuncia de Yeny Vilcatoma a la bancada fujimorista, paralelamente empezaban a crecer en las redes unas denuncias de acoso contra Gustavo Faverón, uno de los santones de la izquierda "intelectual" cuya especialidad es la nada, pero que se dedica a escribir con gracia de payaso para el jolgorio de sus seguidores, pontificando siempre sobre la ética, y atacando a quienes no son de su nivel moral. Como todo progresista que se respete es un ácido antifujimorista, por supuesto, no faltaba más, y en consecuencia es glorificado y sobrevalorado en exceso por las masas babeantes del progretariado que celebran cada columna suya.

En lo personal, debo confesar que no lo seguía ni lo leía. Hasta lo tuve que bloquear luego de una larga discusión en la que él insistía machaconamente tratando de ganar a la prepo. Me bastó leer una entrevista suya para descartarlo de plano pues cualquiera que cacaree el relamido mito de las esterilizaciones forzadas "hechas por Fujimori", no es más que un pobre diablo que de intelectual no tiene nada y menos de honesto. Solo es otro charlatán alimentando a la piara del antifujimorismo juvenil para ganar aplausos baratos. Es muy fácil ganar likes y seguidores de esa burda manera. 

Pero entrando al tema, las pruebas del acoso salieron a flote en las redes pues es muy fácil mostrar pantallazos, y allí estaba Guztavo Faverón acosando alumnas con expresiones lascivas y sucias. En un país dominado por la onda #NiUnaMenos y que acaba de hacer una gran marcha nacional contra la violencia hacía la mujer (y el acoso lo es) se esperaba una gran indignación. Pero para sorpresa de muchos no fue así. De pronto los dueños de la ética y la moral callaron. Silencio. Nada. Y luego... de pronto aparecieron acusaciones a las acusadoras de estar falseando pantallas, editando imágenes, difamando, etc. La conciencia moral del país se fue contra las víctimas de acoso. ¿No es raro?

No. No es nada raro. Así funciona la mentalidad del progresismo activista dueño de todas las causas nobles y justas. Si por algo son famosos es por su hipocresía y doble moral. Ellos solo ven la paja en el ojo ajeno, la corrupción en la otra vereda, los trolls en el otro equipo. Viven convencidos de que son los puros, sanos y santos, y que su misión en la vida es combatir a los otros. Entonces aparecieron mensajes de personas preocupadas diciendo "Yo lo conozco a Gustavo y es imposible que él diga esas cosas" mientras que la cofradía caviar en pleno lanzaba tuits y post en Facebook defendiendo a Faverón, un "distinguido intelectual". ¿Intelectual? ¿Por dónde? ¿Escribir una novelita te vuelve intelectual en este país subdesarrollado? Sí, así es como funciona el mundo progresista: está repleto de intelectuales baratos cuya máxima hazaña en la vida ha sido publicar una novelita y posar para la foto en una feria del libro. De allí dan el salto a la columna de un diario o revista y, luego a su fanpage de Facebook, donde una nube de idiotas pulpines celebra cada pedo que se tira contra el fujimorismo y el aprismo. De esos hay varios.

La cereza del pastel fue la patética columna de María Luisa del Río en Peru21, ¿Quién es María Luisa del Río? Nadie. Literalmente nadie. ¿Por qué escribe una columna en un diario? Nadie sabe. Habría que preguntárselo a los caviares que manejan los medios. Tal vez se debe solo a que es una "del Río" pues al parecer cualquiera que se llame "del Río" escribe en los diarios de Lima. ¿Se han dado cuenta? Bueno, la columna de marras llenaba de flores a Gustavo Faverón indicando que sus mensajes eran una "comunicación consentida". Así como lo leen. O sea, nuevamente la mujer era la culpable por "consentirlo". Y lamentaba el "te de tías chismosas" que en las redes hacían las denuncias contra el acosador consentido. Pero si esa columna fue asquerosa, la reacción de la caviarada fue peor, pues de inmediato lo colgaron en sus redes llamando a la caviarona del Río "valiente" y "clara", Es decir, la progrería y la caviarada en todo el esplendor de su miseria moral. 

¿Y qué han hecho por su parte la plaga de trolls y cuentas basura del progresismo pulpín en las redes, tan atentos a todo movimiento en falso de los "fujilovers" para trolearlos como enjambre de abejas? Nuevamente nada. En esencia se han hecho los cojudos. Para ellos no ha pasado nada. Ni enterados. Han seguido con su borrachera festejando la renuncia de Yeny Vilcatoma como si le hubieran arrancado el corazón al fujimorismo. Tan imbéciles son que festejan el TT #AhoraSon72 como si 72 congresistas fuera nada. Pero ese es el nivel de la izquierda en su amplia magnitud. Qué vamos a hacer. Son lo que son. Estamos llenos de parásitos de las redes, "intelectuales" baratos y caviares con columnas regaladas. Es mi Perú.

lunes, 12 de septiembre de 2016

La derrota de Sendero Luminoso


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Hoy celebramos un aniversario más de la captura del criminal Abimael Guzmán Reynoso, el más grande genocida de la historia, líder de la peor secta de dementes asesinos de la izquierda peruana: el Partido Comunista del Perú - "Sendero Luminoso". Una fecha que seguramente merecerá el silencio cómplice de la izquierda o, a lo sumo, algún artículo tratando de desprestigiar la acción policial o contando el mito progre de que no fue obra de Fujimori. Ya son muy conocidas las estrategias de la izquierda para desmerecer la captura de Abimael y opacar el triunfo de Fujimori. Han llegado a la osadía de contar la historia al revés: que los senderistas no eran terroristas sino luchadores sociales rebelados ante las injusticias y que el Estado cometió actos de terrorismo en casi igual medida. 

Empecemos por el principio. Sendero Luminoso fue el fruto más podrido que surgió de la cloaca pestilente que era toda la izquierda peruana de los años 70, alimentada por Velasco Alvarado con la protección del sindicalismo. Los orígenes de SL están en el sindicalismo magisterial y en las universidades públicas, convertidas en esos años en centros de adoctrinamiento del comunismo. Eran jóvenes infectados con el virus mental del marxismo, convencidos de que el poder solo era posible a través de la lucha armada, siguiendo el ejemplo de la revolución cubana y el discurso del Che. Por esos días existían incontables grupos de izquierda de todos los matices discutiendo cómo iniciar la guerra popular del campo a la ciudad y la alianza obrero-campesino-estudiantil. Las universidades eran manicomios repletos de dementes delirando con la lucha armada, y muchos de esos zombies del comunismo setentero sobreviven hoy en la política y hasta han pasado por ministerios. 

Toda esa basura ideológica que venía de Rusia y China nada tenía que ver con la realidad peruana. Tan delirantes estaban los senderistas que iniciaron sus acciones armadas colgando perros en los postes de Lima con carteles contra Deng Xiao Ping. A ellos se sumaron los del MRTA, otra fación de izquierda inspirada en el castrismo. En buena cuenta,  acá tuvimos terrorismo pro chino y terrorismo pro soviético. Su estrategia era derrotar al Estado mediante el sabotaje y ganar el apoyo del pueblo mediante el terror. Dinamitaron todo lo que pudieron, asesinaron en masa y selectivamente, hacían explotar coches bomba en medio de la ciudad y seguían reclutando jóvenes en las universidades. Ni el gobierno de Belaúnde ni el de Alan Gacía supieron responder al ataque terrorista. 

La derrota del terrorismo no fue obra de la casualidad sino del aprendizaje y la acción coordinada de varios estamentos, en especial de los policías del GEIN. La historia es bastante conocida. Pero no se puede negar que el gobierno de Alberto Fujimori significó un cambio radical en la lucha contra el terrorismo. Para empezar, recuperó las universidades del dominio de la izquierda, recuperó las cárceles del control senderista, pues ya eran fuertes de Sendero Luminoso. Cambió las leyes para juzgar a los terroristas en el fuero militar con jueces sin rostro. Es decir, hubo toda una estrategia frontal para enfrentar al terror de la izquierda sin miedos ni complejos. Algo que nunca antes se había hecho. De manera que resulta no solo mezquino sino estúpido negarle méritos a Fujimori en la derrota del terrorsmo. Pero en eso andan empeñados los angelitos de la izquierda.

Con la caída de Fujimori la izquierda se recupera y copa el Estado con el auspicio del caviarón Paniagua y, más tarde, bajo la venia del pelele de Toledo. Apenas Diego García-Sayán llegó al Ministerio de Justicia lo primero que hizo fue nombrar la Comisión de la Verdad a dedo, con puro izquierdista setentero, supuestamente para que explique las causas de la "guerra interna", como si nadie lo supiera. La CVR solo se dedicó a lavarle la cara a la izquierda, a la búsqueda de víctimas de las FFAA para ordenar reparaciones, pintar el cuadro de que el Estado fue tan terrorista como Sendero Luminoso y hacer creer que el peor genocida y corrupto de la historia es Fujimori. Eso es lo que hoy se enseña a los jóvenes. Por eso anda tanto pulpín socialconfuso cacareando los mitos que cuentan los rojos. De hecho la izquierda se ha dedicado a contar muchos mitos. Son expertos en cambiar la historia y contar cuentos de niños a los jóvenes.

Es una lástima ver en estos días a una plaga de jóvenes arrimados al izquierdismo, creyéndose (para variar) todos los cuentos y mitos de la izquierda y convertidos en zombies comecerebros del antifujimorismo. La historia a veces se repite, pero siempre es porque los jóvenes resultan muy fáciles de adoctrinar.

domingo, 11 de septiembre de 2016

Huilcadas notariales


La izquierda estaba dando mucho que hablar desde las últimas elecciones, pero ahora han escalado a otro nivel porque lo que ya da es mucho que reír. Especialmente la nueva integrante de Combate rojo, la inefable Indira Huilca, que dio que hablar desde su juramentación con el puño en alto y su discurso de patio sanmarquino, pero que ahora solo nos provoca risa con sus cartitas notariales. Resulta que la rojita se alucina intocable. No se ha dado cuenta que ha ingresado a la escena pública, y más precisamente a la política, y que en ese rol es susceptible de las críticas y burlas. Más aun con cada huilcada que suelta de vez en cuando. Ahora ha dado el salto del discurso a los hechos. 

Alguien debería informarle a la calabaza que las cartas notariales solo las usan las huequis de la farándula para amar bochinche. No tienen ningún otro efecto en estas circunstancias, a menos que se las use como papel higiénico. Así que si la calabaza roja piensa mandar cartas notariales a todo aquel que le haga RT a un meme con su cara, sería mejor que instale su propia fábrica de papel higiénico con su nombre y firma. ¿Pero qué se habrá creído esta advenediza de la política? Que se ubique.

En otras noticias de izquierda, siguen creciendo las cuentas basura de los rojos en las redes. Cada día aparece una nueva cuenta y una nueva página de progres, generalmente pulpines que aun no han dejado de lactar, siguen mantenidos por el papi y la mami, pero ya ingresan al mundo progresista para combatir al fujimorismo, pues les han lavado la cabeza con el cuento de la corrupción. Todas esas cuentas progres del rojerío pulpín están obsesionados con los 90 y los vladivideos, se pasan la vida cacareando contra Fujimori mientras disfrutan un país que fue ordenado por él. Pero eso es algo que ignoran, porque nunca les contaron lo que era el Perú en los 80. 

El otro frente de rojos adultos está empeñado en combatir a todos los que no sean progres o caviares. Le dan duro al juez Villa Stein y critican todas sus sentencias, como si él solito las firmara y no con otros 4 jueces más que conforman la sala. Además ya empezaron a darle duro al nuevo Defensor del Pueblo porque no es de sus filas. Todavía no tienen nada de qué atacar a la bancada fujimorista pero ya se están dedicando a elucubrar con las leyes que "estarían por salir". Y es que la vida de un progre es eso: joder por joder. Viven del odio y del revanchismo. Lo suyo es destruir.

Cambiando de tema, ¿vieron que no hubo un solo progre que no haya hecho memoria de Accomarca en sus columnas? Pero vamos a ver si se acuerdan este lunes de la captura de su líder Abimael Guzmán. A ver si escriben algo. Vamos a ver si la ministra Marisol Pérez Tello se digna en celebrar la fecha y acude a la marcha del colectivo 12S. ¿O es que solo tiene tiempo para acudir al Ojo que llora? Porque hace rato que a Marisol Pérez Tello se le nota su corazoncito rojo. Hay que estar atentos con lo que hacen rojos, progres y caviares. Y a ver si alguien se dedica a identificar a esa plaga de chibolos que anda detrás de esas cuentas basura que se dedican al troleo. Hasta la próxima.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Vientos de izquierda


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

La olla de grillos que es la izquierda empieza a dar otro concierto de chirridos. Pese a que sus principales rostros tratan de disimular los gases, es evidente que ya empezaron a descomponerse. A estas alturas la combi electoral de los rojos llamada Frente Amplio se cae a pedazos, como suele ocurrir con todo proyecto de unidad de izquierdas. Los rojos son expertos en formar colectivos, frentes, partidos y toda clase de organizaciones con nombrecitos bacanes, pero a la hora en que tratan de juntarse, la química resultante es explosiva. Está en su ADN.

El Frente Amplio fue un chiste electoral de izquierda. Se juntaron unos cuantos grupitos pero el único que tenía la inscripción electoral era Tierra y Libertad, del ex cura y agitador antiminero Marco Arana, ergo, tenía que ser el que tuviera la voz cantante y pusiera las condiciones. Así de simple. Pero como los rojos son unos atormentados mentales, se pusieron a jugar a la democracia. Convocaron a elecciones abiertas para que "las bases" eligieran al candidato. Peor aun, cualquiera podía ser candidato. No había filtro alguno. Así fue como Verónika Mendoza resultó elegida sin saber leer ni escribir, sin tener ninguna trayectoria de ninguna clase, salvo como mandadera de Nadine Heredia y tránsfuga radical antiminera. ¿Se imaginan qué hubiera sido del Perú si salía elegida presidenta? 

Pero esta clase de reflexiones están fuera del alcance del izquierdista común. Ellos creen que todas las decisiones las tienen que tomar las bases y que cualquier cosa que decidan las bases está bien. O sea, no hay cabezas pensantes. Les encantan las asambleas de bases con largos debates ideológicos hasta que acaban a golpes y petardos. Por eso es que andan sin rumbo por la historia. Ahora están esperando que el próximo congreso del FA resuelva las cosas, cuando lo más probable es que acaben formalizando la división. La historia de la Izquierda Unida en Huampaní se repetirá una vez más. La disyuntiva es que si abren el padrón para que ingrese más gente, más organizaciones y más partidos, tarde o temprano TyL acabará en minoría y sin ningún poder de decisión, aunque sea el dueño de la pelota. Cosas de rojos.

El problema de la izquierda es ideológico y mental. Detestan la democracia representativa porque genera "dirigencias enquistadas en el poder", y sin embargo tienen muchos dirigentes enquistados en el poder por décadas. Sino, miren a Mario Huamán, parásito profesional que vive como dirigente sindical hace más de dos décadas. Y no es el único. También deberían darle una mirada a los países que admiran, como Cuba, donde los hermanos Castro regentan el poder absoluto hace 58 años. El problema de la izquierda no es que odien a la "clase dirigente" sino que odian a los que no son suyos. De hecho adoran a los líderes mesiánicos e iluminados, como Abimael Guzmán. Utilizan a las masas idiotas en tanto les sirvan. Ya con el poder en las manos no lo soltarán jamás. En este siglo se han vuelto expertos en manipular leyes y masas para aparentar democracia y legalidad quedándose en el poder todo el tiempo que puedan.

En el colmo de la estupidez han salido a criticar la elección del Defensor del Pueblo solo porque no es de sus filas, aunque su argumento es que "no hubo debate". Hasta querían organizar una especie de feria popular para que los candidatos se exhibieran ante las masas, y para que eso que llaman "sociedad civil" pueda expresarse.  No son más cojudos porque ya están en nivel más extremo. Los únicos que tienen vela en la elección del Defensor del Pueblo son los congresistas, no la "sociedad civil". Los que tienen que hacer la evaluación son los congresistas y todos lo hicieron, o por lo menos tuvieron la oportunidad de hacerlo. Ahora, si al fin hay un acuerdo en mayoría basta para ir al voto sin más trámite. La izquierda pretende hacernos caer en su jueguito del "diálogo" y el "debate" para que nuevamente perdamos la ocasión de elegir al Defensor. Menos mal que Fuerza Popular no cayó en ese juego. 

Ahora bien, una vez elegido el Defensor por las fuerzas presentes en el Congreso no queda más que saludar la elección y pasar a otro tema. Pero los enfermos mentales de izquierda han salido en todos los medios a despotricar en contra del nuevo Defensor. ¿Qué sabe la izquierda de democracia, de legalidad y de Estado de derecho? Absolutamente nada. Son lo que son: extraviados mentales y socialconfusos. Por eso están destinados a desmembrarse y descomponerse bajo el sol.

lunes, 5 de septiembre de 2016

La tentación del suicidio


Por: Dante Bobadilla Ramírez

Uno de los más grandes misterios de la humanidad es la vocación de las masas por el suicidio colectivo en aras de un paraíso ficticio. Perseguir un ideal no es necesariamente suicida, pero hacerlo a costa de idolatrar a un dictador que promete el paraíso mientras esclaviza al pueblo y lo hunde en la miseria, es definitivamente un suicidio. Nunca olvidemos que el pueblo alemán idolatraba a Hitler, un sujeto que prometía todo pero que solo provocó la destrucción de Alemania y la muerte de millones de alemanes. La lista de dictadores criminales idolatrados por las masas es larga y hoy llega hasta Nicolás Maduro, un ignorante absoluto que está llevando al pueblo venezolano a vivir los peores momentos de toda su historia. Pero un sujeto que fue elegido, después de todo.

En el Perú no estamos libres de estas tentaciones suicidas. Quizá la frase que mejor describe esta patética tendencia peruana es "Antes los chilenos que Piérola". Una frase que se actualiza en nuestros días en cada elección, prácticamente, porque acá la gente prefiere cualquier cosa, incluso el suicidio, antes que ver triunfar a quien detesta. Solo así pudieron ser presidentes sujetos de la catadura de Ollanta y Toledo. Pero también sería justo añadir a Alberto Fujimori, pues no olvidemos que a él lo eligieron solo para no ver ganar a Vargas Llosa. Esta lógica perversa que domina la mente de los peruanos se aprecia hoy frente al tema de los impuestos. Es algo sorprendente.

Frente a la propuesta del gobierno de rebajar el IGV en un punto, han salido muchos a oponerse. Uno se pregunta ¿qué le pasa a esta gente? ¿Le gusta pagar más? ¿No son los mismos que andan pidiendo una rebajita? ¿Por qué entonces se oponen a que les bajen el IGV y puedan pagar menos? Es algo que no tiene sentido. ¿Cuál es el argumento que exponen estos opositores? Pues que esa rebaja "solo beneficia a las grandes empresas". Así como se lee. Ellos prefieren pagarle más al Estado antes que las empresas se beneficien. Una muestra más de la patética mentalidad anti empresa y pro Estado que domina a la mayoría de peruanos.

Probablemente esta gente nunca ha revisado su recibo de luz o telefonía, donde claramente existe una columna que señala cuánto le está pagando al Estado por concepto de IGV. Si el porcentaje del IGV fuese menor, esas cifras también se reducirían y pagaríamos menos. Es muy simple. Y lo mismo tendría que pasar con todos los servicios y otros pagos que se hacen formalmente, incluyendo la compra de gasolina o gas. Algo es algo, pero se ahorra. Sin embargo hay un montón de gente que no quiere que el gobierno baje el IGV. ¿Se volvieron locos? ¿Quieren pagarle más al Estado? No, lo que no quieren es que algunas empresas se aprovechen y no bajen sus precios. Entonces viene la lógica del suicida: "primero me jodo yo antes que alguna empresa se beneficie".

Claro que además hay quienes se apoyan en el hecho de que hay economistas que se oponen. Pero ellos lo hacen como economistas, su nivel de análisis está centrado en cosas como el déficit fiscal y la presión tributaria. Esos no son los argumentos que a la gente común y corriente debe interesarle. A nosotros lo único que nos debería importar es que pagaremos menos. Quizá no en todos los casos, pero si en muchos, y en los fundamentales, como por ejemplo en el supermercado. Pero no deja de sorprender que mucha gente prefiera el suicidio de su propio bolsillo alimentando al Estado inepto, corrupto y ladrón, antes que ver alguna empresa ganándose alguito. Es ridículo, francamente.

domingo, 4 de septiembre de 2016

Los rojos fuera del closet


Por: Richard Campos Villalobos

Hasta que la izquierda, es decir el Frente Amplio, finalmente se mostró ante el país tal como son: defensores a ultranza de sus intereses más allá de toda moral. Ante los hechos acontecidos en Brasil, la izquierda salió en bloque a cacarear lecciones de democracia, sin verse el rabo de paja ni percibir su incoherencia. Como se sabe, el Congreso de Brasil, no un gobierno encaramado en el poder manipulando instituciones como ocurre en Venezuela, no, en Brasil el Congreso elegido por el pueblo en elecciones abiertas y libres, ha defenestrado – bajo los cánones de la ley – a la mandataria Dilma Rousseff por los escándalos de corrupción ocurridos bajo su mandato y en el anterior gobierno de su partido en el que ella también fue funcionaria. Como es natural en un país organizado bajo las reglas del estado de derecho y la decencia, la representación popular la retiró del cargo. ¿Cuál fue la reacción del Frente Amplio? Pues salir a chillar en defensa de su lideresa marxista y del PT que ha financiado a la izquierda latinoamericana aceitando la mano de muchos dirigentes. Los rojitos del Frente Amplio han llegado a la ridiculez de pedir que el presidente Kuczynski desconozca al nuevo gobierno de Brasil. Hilarante. Pero ahí no queda la cosa, veamos.

Hace unas semanas el congreso firmó una moción de condena al dictatorial gobierno de Venezuela, que ha sumido al país en la más espantosa crisis económica, social y política de su historia, ¿Qué hizo el Frente Amplio? Dar un portazo a los medios, diciendo que los problemas de la universidad Villarreal eran más importantes que Venezuela. Así de bestias. Es que cuando se trata de Venezuela, el Frente Amplio se hace el angosto, mira para el costado, sufre de amnesia, le da carraspera, y solo ante la presión balbucean frases como “han tenido procesos electorales democráticos supervisados internacionalmente”. Ni una condena al brutal régimen de Maduro. Pero ante Brasil donde la ley se ha cumplido escrupulosamente, el Frente Amplio se desbanda en calificativos. Veronika Mendoza ha dicho que “es un duro golpe a la democracia”. ¿Sabrán algo de democracia estos rojitos?

No hay ninguna sorpresa, en realidad. Así es la izquierda, no sorprende su actitud ni su doble rasero. Se puede decir ahora sin duda alguna que ya están fuera del closet. Aunque nunca faltan incautos que no quieren ver la realidad de la izquierda. Para coronar la estulticia a la que ya nos tienen acostumbrados, cuando cinco de las seis bancadas del congreso firmaron la moción contra la dictadura de Venezuela, el Frente Amplio que se había negado, dijo a través de sus voceras que no se prestarían para intervenir en asuntos internos de otro país y sin embargo cuando acontecen los hechos en Brasil, piden que el Perú no reconozca a su nuevo gobierno. Muy coherentes estos rojos. ¿Acaso desconocer al nuevo gobierno de Brasil no es intervenir en sus asuntos internos también? ¿Quién entiende a los rojos?