domingo, 4 de septiembre de 2016

Los rojos fuera del closet


Por: Richard Campos Villalobos

Hasta que la izquierda, es decir el Frente Amplio, finalmente se mostró ante el país tal como son: defensores a ultranza de sus intereses más allá de toda moral. Ante los hechos acontecidos en Brasil, la izquierda salió en bloque a cacarear lecciones de democracia, sin verse el rabo de paja ni percibir su incoherencia. Como se sabe, el Congreso de Brasil, no un gobierno encaramado en el poder manipulando instituciones como ocurre en Venezuela, no, en Brasil el Congreso elegido por el pueblo en elecciones abiertas y libres, ha defenestrado – bajo los cánones de la ley – a la mandataria Dilma Rousseff por los escándalos de corrupción ocurridos bajo su mandato y en el anterior gobierno de su partido en el que ella también fue funcionaria. Como es natural en un país organizado bajo las reglas del estado de derecho y la decencia, la representación popular la retiró del cargo. ¿Cuál fue la reacción del Frente Amplio? Pues salir a chillar en defensa de su lideresa marxista y del PT que ha financiado a la izquierda latinoamericana aceitando la mano de muchos dirigentes. Los rojitos del Frente Amplio han llegado a la ridiculez de pedir que el presidente Kuczynski desconozca al nuevo gobierno de Brasil. Hilarante. Pero ahí no queda la cosa, veamos.

Hace unas semanas el congreso firmó una moción de condena al dictatorial gobierno de Venezuela, que ha sumido al país en la más espantosa crisis económica, social y política de su historia, ¿Qué hizo el Frente Amplio? Dar un portazo a los medios, diciendo que los problemas de la universidad Villarreal eran más importantes que Venezuela. Así de bestias. Es que cuando se trata de Venezuela, el Frente Amplio se hace el angosto, mira para el costado, sufre de amnesia, le da carraspera, y solo ante la presión balbucean frases como “han tenido procesos electorales democráticos supervisados internacionalmente”. Ni una condena al brutal régimen de Maduro. Pero ante Brasil donde la ley se ha cumplido escrupulosamente, el Frente Amplio se desbanda en calificativos. Veronika Mendoza ha dicho que “es un duro golpe a la democracia”. ¿Sabrán algo de democracia estos rojitos?

No hay ninguna sorpresa, en realidad. Así es la izquierda, no sorprende su actitud ni su doble rasero. Se puede decir ahora sin duda alguna que ya están fuera del closet. Aunque nunca faltan incautos que no quieren ver la realidad de la izquierda. Para coronar la estulticia a la que ya nos tienen acostumbrados, cuando cinco de las seis bancadas del congreso firmaron la moción contra la dictadura de Venezuela, el Frente Amplio que se había negado, dijo a través de sus voceras que no se prestarían para intervenir en asuntos internos de otro país y sin embargo cuando acontecen los hechos en Brasil, piden que el Perú no reconozca a su nuevo gobierno. Muy coherentes estos rojos. ¿Acaso desconocer al nuevo gobierno de Brasil no es intervenir en sus asuntos internos también? ¿Quién entiende a los rojos? 

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