viernes, 20 de septiembre de 2013

La amenaza antiminera


Por Miguel E. Santillana
Fuente: Correo

Mientras se realiza Perumin 31 Convención Minera, se está efectuando paralelamente el Foro Nacional y Asamblea de los líderes y autoridades de las comunidades afectadas por la minería, convocada por la Confederación Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería (Conacami). Si bien desde el 2009, se han realizado paralelamente asambleas o foros contestatarios a Perumin, en esta ocasión la cosa es más grave. No por su masiva presencia (no han pasado de 50 gatos flacos marchando; el gran orador ha sido el ex preso por terrorismo Wilfredo Saavedra, de Cajamarca, que denunció la ausencia de Gregorio Santos a pesar de sus reiteradas confirmaciones) sino por las ideas que están divulgando.

En su manifiesto de convocatoria, justifican la realización de su evento con afirmaciones como: "No habiendo una Constitución Política que garantice la participación del Estado en la exploración, explotación y transformación de nuestros recursos naturales en condiciones de soberanía, dignidad y equidad, preservando los intereses de la población; es que se debe exigir la suspensión de toda acción y/o actividad de las empresas a nivel forestal, minero y de hidrocarburos".

En otras palabras, que se paralice toda inversión en industrias extractivas, que es la principal inversión privada en el país. Y en consecuencia que se pare el motor del crecimiento económico que tenemos desde 1990. Ya han logrado un éxito parcial con el "enfriamiento" de la economía, con un gobierno débil en todos los frentes. La inacción por impericia y la duda por desconocimiento envuelven al Presidente; que le debe una explicación a quienes votaron por él del porqué de su viraje. No basta correr y correr como Forrest Gump.

De la lectura del manifiesto, a uno le queda claro la confusión de conceptos (no sabemos si por ignorancia o adrede), el énfasis en desconocer el "sincretismo cultural" que significó la Colonia (como si en trescientos años de Virreinato no hubo una debacle demográfica y la forzada interacción entre los pueblos, sobre la cual se impusieron instituciones, usos y costumbres) y por no sentirse parte de la República del Perú (invitando al desconocimiento de sus leyes e instituciones). Es por ello que están convocando la Gran Marcha del Pacto de Unidad de los Pueblos Originarios (¿?, si fuera así, los únicos que marcharían serían los No Contactados) en la ciudad de Lima para el 12 de octubre (fecha del descubrimiento de América) para exigir la creación del Ministerio de los Pueblos Indígenas Originarios "con autonomía y poder indígena".

El énfasis en la defensa de la Vida, el Agua y la Madre Tierra, en la propuesta política Sumak Kawsay (El Buen Vivir); nos indican que esto es una plataforma muy parecida a la que llevó al poder a Evo Morales en Bolivia (2005) y a Rafael Correa en Ecuador (2007). Inclusive, en las nuevas Constituciones que promovieron, dichos conceptos -además de la Consulta Previa- tienen rango constitucional. Sin embargo, cuando estas personas llegaron al poder se dieron cuenta que NO podían gobernar por el caos administrativo que traen las autonomías indígenas yuxtapuestas a la división político administrativa y la imperiosa necesidad de facilitar los procesos de inversión para mantener el crecimiento y tener las cuentas fiscales en orden.

Bajo el noble manto de la protección de la naturaleza y la defensa de los desposeídos se busca dividir más a los peruanos, justo en el momento que tenemos la oportunidad de generar bienestar para todos e integrarnos como nación. Es momento de decir basta y desenmascarar a las ONG que financian el enfrentamiento entre peruanos. Que ¡dejen de mentir! como Toledo.

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