viernes, 13 de febrero de 2015

Pichanaki: la misma historia de siempre


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez

Lo ocurrido en Pichanaki es un capitulo más de la misma historia que se repite en el Perú como una maldición bíblica en el presente siglo. Otra asonada radical ambientalista, que es la modalidad de la izquierda actual, atentando no solo contra la estabilidad jurídica y la gobernabilidad democrática del país sino contra su desarrollo. La estrategia de esta plaga de revoltosos es siempre la misma, se repite como el guión gastado de un sketch cómico y se puede resumir en las siguientes etapas. 

1.- Todo empieza con un atorrante de muy escaso nivel mental pero suficiente para convertirse en un líder de izquierda ambientalista. Claro que del medio ambiente no sabe un pepino, pero repite como cacatúa las consignas relamidas del ecocomunismo, las que se resumen además en una sola cosa: rechazo a toda empresa minera o petrolera. El perfil de todos estos subnormales como Ydelso Hernández, Wilfredo Saavedra -o el recientemente célebre etnoterrorista de Pichanaki Carlos Chavarría- es el mismo. Su nivel mental solo puede competir con un chofer de combi. (El ministro Mayorga no ha podido evitar su incomodidad al decir que el nivel mental de este líder es tan patético que apenas es posible sostener un dialogo mínimamente inteligible). Y casi siempre estos angelitos tienen antecedentes de sedición y hasta de terrorismo. Estas son las joyitas que forman, organizan y dirigen los tradicionales "frentes de defensa" que es como se llaman ahora los grupos sediciosos, los que se arrogan la representación del pueblo y pasan por encima de todas las autoridades a punta de mentiras y violencia.

2.- El frente de defensa inicia una activa campaña de desinformación de la población, mintiendo con descaro hasta despertar sus temores sobre la contaminación. Usualmente reciben apoyo de las ONGs ambientalistas, radios locales ilegales y hasta curas ideologizados que utilizan el púlpito para azuzar a la población contra la empresa petrolera, como ha ocurrido en Pichanaki. La población ignorante cree todo lo que escucha, como por ejemplo que la exploración detona cargas de dinamita en el subsuelo y eso se chupa las aguas y cuartea los terrenos, como les han dicho a los pobladores de Pichanaki.

3.- Una vez que se ha conseguido calentar los ánimos de la población se organiza el paro. Es cuando el supuesto frente de defensa lanza un comunicado desaforado exigiendo que se vaya la empresa y de paso, nueva Constitución y cambio del modelo neoliberal extractivista primario exportador, y demás idioteces típicas del ideario de la izquierda delirante desde hace más de 20 años. Una "plataforma de lucha" que se repite en cuanto documento de izquierda se lee, sea de Patria Roja, SUTEP, CGTP, etc., hasta los diferentes frentes de defensa aparecidos desde Cajamarca hasta Puno. Lo que revela que se trata de una estrategia general de la izquierda.

4.- Llegado el día del paro los sediciosos recurren al típico bloqueo de carretera, la marcha por las calles y la consigna de asaltar las instalaciones de la empresa, lo que acaba siempre en incendios de locales y vehículos, balacera y muertos. Claro que los facinerosos dirán que su marcha y paro son pacíficos y culparán de todas las consecuencias al gobierno y a la policía.

5.- Se instala la mesa de diálogo que en realidad es una mesa de claudicación donde el gobierno recula y accede a todo, empezando por no levantar cargos contra los sediciosos. Así nadie va preso y los revoltosos regresan para ser recibidos con aplausos, entrevistados por la prensa y convertidos en potenciales candidatos a la presidencia. Así es como funciona este patético país. Allí tienen ahora al propio Ollanta Humala salido de las mismas cloacas de la izquierda revoltosa. ¿O es que ya olvidaron cómo los nacionalistas predicaban mentiras en Bagua antes de la tragedia? Allí están los videos que lo prueban, con Yaneth Cajahuanca y Marisol Espinoza engañando a los nativos con el cuento de que les iban a quitar sus tierras.

6.- El corolario final es tragicómico. Trágico porque siempre acaba suspendido un gran proyecto de inversión que beneficiaría enormemente al país, como Tambo Grande, Conga, Tia María, etc. Y cómico porque aparecen en escena los clásicos figuretis y extraviados mentales de Lima, jóvenes y poseros aprovechados, apoyando las protestas de los farsantes creyendo que apoyan al pueblo y a las comunidades indígenas. Se hacen los bacanes insultando al gobierno, a las empresas y a la policía. Tan desinformados viven estos hijos de papá que no saben ni a quién apoyan finalmente. Los hemos visto ayer como una manifestación de cómicos ambulantes frente a las oficinas de Pluspetrol en San Isidro diciendo boludeces ante la prensa. Luego leeremos los artículos de los típicos charlatanes del progresismo y la caviarada que incluso han inventado un epíteto para insultar a quienes propugnamos el desarrollo del país: "desarrollistas". ja ja ja Si serán...

Quizá habría que añadir un triste epílogo a esta historia que es ver a los miserables revoltosos postulando a la presidencia y al Congreso y, peor aun, algo que no es raro tal como marcha la decadencia de este país, verlos en la presidencia, como ahora mismo vemos al ex agitador y asaltante de campamentos mineros Ollanta Humala y sus congresistas nacionalistas. Vamos camino a ser Venezuela porque la plaga de imbecilidad parece crecer sin que nadie se atreva a detenerlos.


Líder etnocacerista Carlos Chavarria, promotor del paro en Pichanaki


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