domingo, 23 de agosto de 2015

El panorama rojo


Escribe: Dante Bobadilla Ramírez


Tal parece que la candidatura de Verónika Mendoza se desinfló más rápido que la de los outsiders aparecidos tempranamente, como Julio Guzmán, de quien ya nadie se acuerda, y otros más que se chocaron con la dura realidad y pasaron al olvido. Eso no quita que aun hay una larga fila de lunáticos de toda especie pretendiendo llegar a la presidencia. Con lo fácil que ha resultado en el Perú, no hay ningún delirante que no se anime a seguir los pasos de Toledo y Ollanta. Aunque en estos tiempos ya no funciona eso de armar alboroto en las calles o asaltar campamentos mineros. De todos modos hay toda una legión de chiflados tratando de llegar a palacio para enmendar el mundo.

Volviendo a Verónika Mendoza, nuestra dulce calabacita roja se paseó por todos los canales, radios y diarios repitiendo como lora amaestrada los mismos temas del gallinero de izquierda, ya saben, las eternas referencias a los 90. Nada nuevo. Lo que se dice nada. La Vero es la vera imagen de la charlatanería de izquierda. No pasa de ser una adolescente llena de sueños y buenas intenciones pero sin conocimientos ni experiencia. Y francamente, en el Perú ya sabemos que no hay combinación más explosiva que la de buenas intenciones mezcladas con la más absoluta ignorancia. Si a eso le sumamos el entorno de rojos incendiarios que van desde el extremo ecoterrorista saboteador y extorsionador de grandes proyectos mineros, hasta los "técnicos" estatistas que anhelan reformar la Constitución para convertir al Estado en el "motor del desarrollo", pues mejor es tirarles las puertas. La izquierda no tiene ningún futuro mientras siga con esas recetas.

Para colmo, la dulce calabacita se paseaba por todos los canales y medios criticando a ese monstruo que aterra a los rojos y progres en sus pesadillas: la tenebrosa concentración de medios. Y lo hacía sin darse cuenta que estaba en los programas más vistos y en los canales de la supuesta concentración de medios. Es decir, ni para eso tiene criterio. Eso pasa cuando solo se repite un libreto de memoria. En resumidas cuentas, en la izquierda no pasa nada. Apostaría a que este lance de Verónika Mendoza es solo un globo de ensayo del mañosón ex cura Marco Arana. Necesitaba pasar por unas primarias para legitimar su candidatura con una farsa "democrática", y nada más cómodo que enfrentarse a una tierna adolescente soñadora que no le hace ni sombra al curtido extorsionador minero. En fin, hagan lo que hagan los rojos están verdes.

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